EL desfile es encabezado por un pequeno hombre que salta simultaneamente mientras lanza fuegos artificiales que rompen la monotonia abriendole paso a los futuros comensales. Varios invitados masculinos danzan en circulos levantando los brazos y cantando al ritmo de la musica de una banda de vientos que impregna la atmosfera con sonidos marciales y orientales. Vestidos de seda blanca en forma de kepis y coronados por un turbante con plumas, los orgullosos musicos marchan flanqueando ambos lados del grupo, anunciados por un estandarte en donde se lee "Karol Bach musical Band". Toda la comitiva es guardada por varios hombres dispuestos en los costados mas externos portando lamparas de cristal que son alimentadas por un camion con una planta electrica lejos en la retaguardia. Los gruesos cables negros que dan vida a las bombillas son cuidados por jovenzuelos que los mantienen a salvo de cualquier obstaculo. Justo en el centro, como una fruta secreta, se encuentra el colorido grupo de mujeres que costudia a la novia. Sus vestidos de ricas telas son tan fastuosos todos que me es imposible identificar cual es la homenajeada. Las mujeres mas viejas caminan pacientes cogidas de las manos con una mirada de tierra, las mas jovenes explotan cada vez en cuando en una danza caleidoscopica que gira como un enorme molinete impulsado por sus carcajadas y el esplendor de una cascada de sedas en donde es posible percibir una femeneidad incipiente pero efectiva. El zoom de la camara se excita y a traves de la pantalla de cristal liquido unos ojos Indios me miran directamente por primera vez, regalandome una sonrisa en ese momento en donde el exhibicionismo y el voyeurismo anulan cualquier recato. La apariencia de las bailarinas hace conjeturar una novia joven, quien pronto dejara de ser nina para ser entregada al orgulloso novio.
Un par de caballos blancos con atavios brillantes tira de un carruaje saturado de flores. Algunos entusiastas trepan en el y hacen muecas a las multiples camaras que se disparan por doquier. Sentado en el carruaje, el novio con gesto imponente observa tranquilamente su sequito y sus observadores, sabiendose en rey de Karol Bagh por una unica noche, aunque segun me han informado las celebraciones duran una semana. Este desfile hace parte de la noche cumbre, aquella que terminara sus horas bajo la tienda ceremonial, una de las cientas que supongo cada noche (algunos viajes en Tuktuk asi lo han sugerido) florecen erguidas y graciles en cualquier fangoso baldio de Delhi. Esta es la primera que veo de cerca. Los destinos de dos "vecinos" de Karol Bagh estan en proceso de enlazarse por el resto de sus vidas. Y aqui la expresion es literal.
La amplia tienda de blancas faldas, abriga una uniforme pero prudente iluminacion. El barrialero yace invisible bajo algun plastico tapizado con alfombras de generosa area e increibles patrones bordados. En un lado se observa un bufet y en el otro una tarima donde finalmente en sendos tronos los novios reciben a los invitados que suben a felicitarlos. Una banda de musicos ameniza la noche que apenas esta comenzando. Por un instante me decido a entrar pero un sentimiento de sacrilegio me corroe y no me atrevo. Solo seria un intruso con una camara, robando momentos y sentimientos. Sandy, el dueno del cibercafe donde escribo los blogs, me ha prometido que puede arreglar mi asistencia a una boda. Mas ahora la espera es algo incomoda. Ese egoismo de explorador me hace lamentarme por no haber entrado aquella noche. Tal vez asi podria terminar esta entrega de una manera mas decente. Aun asi, me hace falta sensibilidad y una caja de crayones en mi cuarto para pintar todo lo que he visto. Las palabras se antojan atrofiados sustitutos. Por ahora me queda solo el recuerdo de aquella nina cuya azafranada seda se agitaba como un crepusculo brumoso, donde las lentejuelas, como muchos ojos, eran las moscas del polvo convertidas en unicas y precoces estrellas.
LFM
2_thegirlwithmanyeyes
(2-many languages to learn
2-many eyes to see them)
BONUS TRACK (INFANTIL)
El estar en la parte posterior del bus daba tiempo suficiente para pensar. Sabia que la decision estaba mas en mis manos que en las de Julian. Piensa rapido. Mi memoria orgullosa flaqueaba. Odio este tipo de dinamicas de todos participan. Nuestro turno de acercaba. De repente la idea vino a mi. Una sola estrofa facil con un coro pegajoso. Fue todo un exito. Mi usual repaso posterior de los hechos me descubrio que la mente obra de manera muy extrana, pues el estribillo curiosamente conectaba a Colombia con la India. Asi, a las 11 de la manana, en camino a una exposicion de artesanias, veinte nacionalidades diferentes, con nosotros, la minuscula representacion Colombiana al frente enloquecieron con esa antigua y tradicional melodia que dice tan sabiamente: "Y la iguana tomaba cafe, tomaba cafe a la hora del Te (Bis)"