sábado, febrero 19, 2005

Boda en Karol Bagh

La acostumbrada caminata nocturna que cada vez graba con mas firmeza las congestionadas esquinas de Karol Bagh en mi memoria, se vio perturbada por los estertores de la polvora y una musica de cobres de tono creciente. Mis pies animados por la curiosidad se estrellan con el polvo a mayor velocidad hasta que mi expectativa desemboca en una calle cercana a mi hotel. De repente mis ojos se encuentran con un colorido desfile hasta ahora inedito en las frias noches de febrero en Delhi. La musica ahoga felizmente el ajetreo del trafico nocturno de la calle Saraswati Margh y la paleta de los trajes, las plumas y las joyas triunfan sobre los neones y anuncios de metal. Es la celebracion de una boda India en Karol Bagh.

EL desfile es encabezado por un pequeno hombre que salta simultaneamente mientras lanza fuegos artificiales que rompen la monotonia abriendole paso a los futuros comensales. Varios invitados masculinos danzan en circulos levantando los brazos y cantando al ritmo de la musica de una banda de vientos que impregna la atmosfera con sonidos marciales y orientales. Vestidos de seda blanca en forma de kepis y coronados por un turbante con plumas, los orgullosos musicos marchan flanqueando ambos lados del grupo, anunciados por un estandarte en donde se lee "Karol Bach musical Band". Toda la comitiva es guardada por varios hombres dispuestos en los costados mas externos portando lamparas de cristal que son alimentadas por un camion con una planta electrica lejos en la retaguardia. Los gruesos cables negros que dan vida a las bombillas son cuidados por jovenzuelos que los mantienen a salvo de cualquier obstaculo. Justo en el centro, como una fruta secreta, se encuentra el colorido grupo de mujeres que costudia a la novia. Sus vestidos de ricas telas son tan fastuosos todos que me es imposible identificar cual es la homenajeada. Las mujeres mas viejas caminan pacientes cogidas de las manos con una mirada de tierra, las mas jovenes explotan cada vez en cuando en una danza caleidoscopica que gira como un enorme molinete impulsado por sus carcajadas y el esplendor de una cascada de sedas en donde es posible percibir una femeneidad incipiente pero efectiva. El zoom de la camara se excita y a traves de la pantalla de cristal liquido unos ojos Indios me miran directamente por primera vez, regalandome una sonrisa en ese momento en donde el exhibicionismo y el voyeurismo anulan cualquier recato. La apariencia de las bailarinas hace conjeturar una novia joven, quien pronto dejara de ser nina para ser entregada al orgulloso novio.

Un par de caballos blancos con atavios brillantes tira de un carruaje saturado de flores. Algunos entusiastas trepan en el y hacen muecas a las multiples camaras que se disparan por doquier. Sentado en el carruaje, el novio con gesto imponente observa tranquilamente su sequito y sus observadores, sabiendose en rey de Karol Bagh por una unica noche, aunque segun me han informado las celebraciones duran una semana. Este desfile hace parte de la noche cumbre, aquella que terminara sus horas bajo la tienda ceremonial, una de las cientas que supongo cada noche (algunos viajes en Tuktuk asi lo han sugerido) florecen erguidas y graciles en cualquier fangoso baldio de Delhi. Esta es la primera que veo de cerca. Los destinos de dos "vecinos" de Karol Bagh estan en proceso de enlazarse por el resto de sus vidas. Y aqui la expresion es literal.

La amplia tienda de blancas faldas, abriga una uniforme pero prudente iluminacion. El barrialero yace invisible bajo algun plastico tapizado con alfombras de generosa area e increibles patrones bordados. En un lado se observa un bufet y en el otro una tarima donde finalmente en sendos tronos los novios reciben a los invitados que suben a felicitarlos. Una banda de musicos ameniza la noche que apenas esta comenzando. Por un instante me decido a entrar pero un sentimiento de sacrilegio me corroe y no me atrevo. Solo seria un intruso con una camara, robando momentos y sentimientos. Sandy, el dueno del cibercafe donde escribo los blogs, me ha prometido que puede arreglar mi asistencia a una boda. Mas ahora la espera es algo incomoda. Ese egoismo de explorador me hace lamentarme por no haber entrado aquella noche. Tal vez asi podria terminar esta entrega de una manera mas decente. Aun asi, me hace falta sensibilidad y una caja de crayones en mi cuarto para pintar todo lo que he visto. Las palabras se antojan atrofiados sustitutos. Por ahora me queda solo el recuerdo de aquella nina cuya azafranada seda se agitaba como un crepusculo brumoso, donde las lentejuelas, como muchos ojos, eran las moscas del polvo convertidas en unicas y precoces estrellas.

LFM

2_thegirlwithmanyeyes
(2-many languages to learn
2-many eyes to see them)
BONUS TRACK (INFANTIL)
El estar en la parte posterior del bus daba tiempo suficiente para pensar. Sabia que la decision estaba mas en mis manos que en las de Julian. Piensa rapido. Mi memoria orgullosa flaqueaba. Odio este tipo de dinamicas de todos participan. Nuestro turno de acercaba. De repente la idea vino a mi. Una sola estrofa facil con un coro pegajoso. Fue todo un exito. Mi usual repaso posterior de los hechos me descubrio que la mente obra de manera muy extrana, pues el estribillo curiosamente conectaba a Colombia con la India. Asi, a las 11 de la manana, en camino a una exposicion de artesanias, veinte nacionalidades diferentes, con nosotros, la minuscula representacion Colombiana al frente enloquecieron con esa antigua y tradicional melodia que dice tan sabiamente: "Y la iguana tomaba cafe, tomaba cafe a la hora del Te (Bis)"

jueves, febrero 10, 2005

Karol Baugh: Mi barrio

"Namaste" (un "Hola" multiuso en Indy) musita James tras una nubecilla de humo que se desprende de la taza de te con la cual sostiene la noche en la recepcion del Hotel. Una sonrisa asoma sus dientes tras un espeso bigote en esa expresion aun para mi indescifrable, que parece a la vez una burla o una muestra de profundo respeto pacifico. La misma del portero cuando me abre la puerta y soy recibido por la manana de Karol Bagh, el barrio donde me quedo. En las mananas, las calles de Karol Baugh se desdoblan bajo una niebla de polvo y humedad que incluye como "barrus track" en los dias lluviosos un lindo embetunado tipo "cloaca Indy". Debi haber traido unas botas "la macha" me digo a mi mismo mientras recuerdo como brincaba sobre la maleta en Cali para poder acomodar la coleccion de chancletas y guayaberas que traje inutilmente, para reforzar mi falsa y repentina imagen de latino sabroso disenada por mi departamento de marketing levantadoristico ;). Tras caminar casi todos los dias por Karol Baugh, uno se da cuenta de que la densidad de hoteles por calle supera las cifras de la densidad de poblacion India. Se abultan los neones alimentados por intrincados cableados que parecen de barrio de invasion mientras las dos vias principales que flanquean el barrio rugen desde tempranas horas. Despues de largas horas de contemplacion que he aprendido en mis clases diarias de meditacion hindu he concluido que cada una tiene alrededor de 50 carriles y todos van en distintas direcciones. Los andenes, que aparecen con la periodicidad de una mujer agraciada por estas tierras (ejem, libre interpretacion) sirven principalmente como lecho para una gran cantidad de perros mudos. Si, senores y senoras, al parecer los perros aqui han optado por practicar el metodo Gandhi y pacen en silencio y ayuno todo el feliz dia retorciendose entre el barro. Mas inteligentes que nosotros, no agregan mas ruido a la cacofonia interminable de las calles de Karol Bagh.

El principal pasatiempo en el Barrio, es el "shopping" (parezco cubana exiliada en MAYAMI) pues las calles de 50 carriles en las noches convierten 48 en un mercado ambulante, donde se encuentra de todo. Principalmente medias para los turistas de las cuales ya adquiri unas cuantas, pues las mias las rompi de tanto andar sin zapatos en todas las mezquitas que he visitado. Los vendedores, que son mas acusiosos que un paisa en apuros y que no siguen el ejemplo de los perros, gritan sin cesar y apenas perciben la cara de turista de su merce, lo persiguen insistentemente diciendo "hallo friend, hallo. Very good price" esperando el milisegundo en que ud. alma desgraciada, se atreva a mirar por un instante la mercancia. Alli, ya todo esta perdido y el rito de la estafa da su inicio. Su practica rine en adeptos con el Hinduismo y culto de Ala. Sorprendentemente, estos vendedores son poliglotas de oido agudo y entrenado en varias lenguas. Lo he constatado cuando con mi companero cruzamos un par de palabras en Espanol e inmediatamente el vendedor replica: "Ah, espanol amigos. Es baratos amigos. Venga, venga. Buen precio". Varias veces he indagado con curiosidad sobre el fenomeno al cual responden igualmente en espanol : "Nunca he estudiado. Aprendi vendiendo". Que tiemblen los estirados traductores de las Naciones Unidadas porque con la globalizacion y los salarios de a peso de po'aca, estan perdidos!. Yo sospecho que hemos sido traidos aqui como una conspiracion del gobierno Indio para impulsar la economia local consumiendo. Por eso no existen otros sitios de esparcimiento en el barrio, solo hoteles, cafe internet y tiendas de todos los tipos.

En conclusion puedo decir que es un barrio agradable e interesante, y aunque ya estoy cansado de las excursiones nocturnas de shopping de baratijas (perdon, perdon. Productos de excelente calidad y fina coqueteria que seran llevados de regreso a lxs lectorxs mas fieles y a los patrocinadores) es un lugar pintoresco, tranquilo y completo. Karol Bagh, mi barrio por dos meses, al cual retorno con una sonrisa en la cara todas las tardes despues de las clases, en donde esforzadamente (por las madrugadas tan berracas) y con paciencia India, voy conquistando poco a poco un curso cuyo diploma muy seguramente constatara en letras goticas sobre papel Kimberly de juncos del Ganjes, la principal habilidad adquirida: REGATIADOR.

Para la chiquilla mocosa
LFM

viernes, febrero 04, 2005

Sobrecarga en la red Delhi

Las calles reptan sucias y ajetreadas en un patron que un mapa de 30 Rupias empieza a despejar. En cada esquina se interlazan un taxi, un bus, un automovil, una bicicleta, un triciclo, un tuktuk (motocarro) y a veces una vaca en un nudo imposible. Una torpe pose de Kamasutra entre carne y latas viejas lubricadas por gasolina. Apunto de colisionar, apunto de generar la congestion mientras la ventana del destartalado bus que nos lleva al instituto resuelve la confrontacion de manera pacifica. Nadie grita a nadie, y a pesar de los pitos y las campanas de las bicicletas, los implicados siguen su camino sin inmutarse. Las miradas laten en las calles anhelando sus destinos. El humedo y seco invierno Indio arrecia y nos hace desear las viejas paredes del instituto. La sobrecarga del trafico parece funcionar, no importa cuan polvorienta e interrumpida este la red. EL caos en movimiento.

El internet del laboratorio del Instituto, podria ser descrito como una mierda. Decenas de estudiantes freneticamente presionan el icono de Refresh con la esperanza de enviar un mensaje a casa. La frustracion es la expresion mas comun de las caras. Los paquetes de suenos, fotografias, confesiones o simples saludos estan condenados al naufragar en los ruinosos cables. Perdidos y desubicados al igual que nuestros pasos por las calles de Karol Bagh, el distrito donde nos quedamos. No hay nada que hacer, deambulando como paquetes de datos extraviados envueltos en abrigos baratos, esquivar vendedores con exito se ha convertido en el pasatiempo favorito. "Very good price, my friend", "Very good quality" es el interminable cantico de los los mercachifles, el cual ha llegado a convertirse en la broma del dia. Pronto, "Very good price my friend, just 100 rupies" desplazara al Gud_Mornin mientras la paciencia de algunos discurre a la desesperada petrificacion por resignacion en una red de expectativas y deseos ocultos que se ha bloqueado.

Sin embargo, cada vez mas nuevas conexiones van floreciendo rebeldes violentando felizmente los muros del idioma, las costumbres o la simple timidez de un crisol de voces buscando ser oidas en un vetusto edificio ubicado en el distrito de Jaypuri. Una mirada, un chiste en pesimo Ingles, una sonrisa inesperada, la cuidadosa mirada de alguien que te observa con curiosidad antropologica, son los conectores de la esperanza. Los sentimientos se apresuran a salir. Las experiencias arden ocultas esperando ser almacenadas. El flujo de la vida es la unica sobrecarga admisible en la red de Delhi.

LFM
PD: No salio como queria pero tengo que cumplir mis tiempos autoimpuestos.