Las calles reptan sucias y ajetreadas en un patron que un mapa de 30 Rupias empieza a despejar. En cada esquina se interlazan un taxi, un bus, un automovil, una bicicleta, un triciclo, un tuktuk (motocarro) y a veces una vaca en un nudo imposible. Una torpe pose de Kamasutra entre carne y latas viejas lubricadas por gasolina. Apunto de colisionar, apunto de generar la congestion mientras la ventana del destartalado bus que nos lleva al instituto resuelve la confrontacion de manera pacifica. Nadie grita a nadie, y a pesar de los pitos y las campanas de las bicicletas, los implicados siguen su camino sin inmutarse. Las miradas laten en las calles anhelando sus destinos. El humedo y seco invierno Indio arrecia y nos hace desear las viejas paredes del instituto. La sobrecarga del trafico parece funcionar, no importa cuan polvorienta e interrumpida este la red. EL caos en movimiento.
El internet del laboratorio del Instituto, podria ser descrito como una mierda. Decenas de estudiantes freneticamente presionan el icono de Refresh con la esperanza de enviar un mensaje a casa. La frustracion es la expresion mas comun de las caras. Los paquetes de suenos, fotografias, confesiones o simples saludos estan condenados al naufragar en los ruinosos cables. Perdidos y desubicados al igual que nuestros pasos por las calles de Karol Bagh, el distrito donde nos quedamos. No hay nada que hacer, deambulando como paquetes de datos extraviados envueltos en abrigos baratos, esquivar vendedores con exito se ha convertido en el pasatiempo favorito. "Very good price, my friend", "Very good quality" es el interminable cantico de los los mercachifles, el cual ha llegado a convertirse en la broma del dia. Pronto, "Very good price my friend, just 100 rupies" desplazara al Gud_Mornin mientras la paciencia de algunos discurre a la desesperada petrificacion por resignacion en una red de expectativas y deseos ocultos que se ha bloqueado.
Sin embargo, cada vez mas nuevas conexiones van floreciendo rebeldes violentando felizmente los muros del idioma, las costumbres o la simple timidez de un crisol de voces buscando ser oidas en un vetusto edificio ubicado en el distrito de Jaypuri. Una mirada, un chiste en pesimo Ingles, una sonrisa inesperada, la cuidadosa mirada de alguien que te observa con curiosidad antropologica, son los conectores de la esperanza. Los sentimientos se apresuran a salir. Las experiencias arden ocultas esperando ser almacenadas. El flujo de la vida es la unica sobrecarga admisible en la red de Delhi.
LFM
PD: No salio como queria pero tengo que cumplir mis tiempos autoimpuestos.
viernes, febrero 04, 2005
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