jueves, enero 13, 2005

Richard Stallman en Colombia: La verdadera visita ilustre

Esto fue publicado en Noviembre pero lo traigo para no ver este blog tan desierto :)

Richard Stallman en Colombia: La verdadera visita ilustre.
País de grandes contradicciones y lentes de TV bizcos. Cartagena, lunes 23 de Noviembre. Los grandes medios ya entrenados la semana anterior en su propio festín autocomplaciente y ridículo que se efectúa año tras año aprovecharon el impulso para cubrir hasta la saciedad la visita del enemigo publico #1: Mr. Bush. Visita histórica llamaban al evento. Y con razón pues se aprecio en vivo y en directo como de nuevo, se entregaba nuestra dignidad.

Mismo día. Otro clima. Un personaje distinto aunque consciente de la vergüenza de compartir la misma nacionalidad del otro, el indeseable, descendía de un avión. No estuve allí pero visualizo al gringo de aspecto bonachón caminando lentamente por los pasillos del aeropuerto El Dorado. No lo esperaran limosinas, ni 15.000 hombres armados hasta los dientes. No le tendrían preparado un circo donde de manera ignominiosa se usaban niños con traje de beisbolista. En su
lugar un grupo de entusiastas jóvenes aguardaban impacientes su llegada. Me imagino a la gran prensa ausente, desinteresada de alguien cuyo mensaje es mucho más importante para nuestro país que un mortal espaldarazo presidencial. Este visitante, el verdaderamente ilustre, no traía ayudas militares ni peligrosos tratados de libre comercio bajo el brazo. Sólo una bolsa con llaveros y souvenirs para vender y apoyar su fundación y su causa. Aquella desde donde ha dado forma a una revolución tecnológica ,cultural y social que aún no ha terminado. Programador genial, adorable bufón electrónico, controvertido y firme activista, Richard Stallman, la figura central del Software libre en el mundo estaba en Colombia.

Richard Stallman, neoyorquino de nacimiento (1953), hacker del laboratorio de IA (inteligencia Artificial) del MIT sentó sus principios al negarse a firmar un acuerdo de confidencialidad sobre el código de los programas que se usaban en el laboratorio. Su postura ética y sus ideas frente a la libertad y el software quedarían resumidas en su intención de crear, irónicamente en el año 1984, una alternativa libre al sistema operativo UNIX denominado GNU (GNU no es Unix: GNU es un acrónimo recursivo donde de manera jocosa se hace referencia a lo que se emula negándolo) del cual el sistema operativo GNU/Linux, conocido solamente como Linux para disgusto del propio Stallman, es sólo un ejemplo. Sus ideas serian sintetizadas en el manifiesto GNU publicado en 1985 y su compromiso seria evidenciado en su decisión de incorporarse a la Free Software
Foundation para coordinar esfuerzos. Toda una revolución seria desencadenada basándose en sus ideas. Todo un movimiento que lo ha convertido en un ciudadano del mundo, expresando sus ideas en donde pueda. El XI Festival GNU/Linux llevado a cabo por la Universidad Nacional cuenta con su presencia como evento central. Bogotá vivió por unas horas la ardiente anticipación de quienes lo esperaban con emoción. Ojala hubiesen sido más.

Martes 24 de Noviembre. 5 de la tarde. Las miradas se cruzan, ansiosas en el Auditorio León de Greiff, aquellas mismas que no habían podido ocultar durante todos los otros eventos, que aún lo mejor no había llegado. La expectación devoraba las mentes durante conferencias en donde incluso, un alto representante de la escena informática nacional había cometido el exabrupto de
decir que no se requerían políticas para fomentar el software libre en Colombia; que el libre mercado haria el trabajo. Vaya dirigente. La excitación aumenta y las consultas nerviosas del programa se propagan. De repente, estalla un aplauso espontáneo que interrumpe la charla introductoria sobre el Software libre: Richard Stallman, como un virus informático, hace su entrada por la puerta trasera del escenario. La audiencia está dispuesta a contagiarse. De estatura mediana, panzón como buen programador, greñudo y con una poblada barba semicana que revela su mediana edad, acepta el aplauso y se sienta para iniciar su charla. Como ha hecho cientos de veces. El público escucha.

Stallman, en fluido español y más fluido sentido del humor arranco risas y reflexiones a la concurrencia. Recordó su historia personal en el génesis del movimiento del software libre. Enfatizó las cuatro libertades esenciales del software libre (libertad para ejecutar un programa como se desee, libertad para examinar el código del mismo y modificarlo, libertad para hacer copias del programa y distribuirlas y libertad para publicar versiones mejoradas del mismo)
dejando un mensaje acerca del sentido social y colaborativo del software libre. Pero también tuvo su momento sombrío, en donde se lamento por la situación actual de su país, tratando temas lesivos para el movimiento del software libre como las leyes de patentes y los tratados de libre comercio. "Hoy tenemos enemigos, las empresas poderosas y su gobierno mascota de los Estados Unidos" confeso apesadumbrado, contrastando con nostalgia la situación actual con los
albores del movimiento hace 20 años, cuando las amenazas eran virtualmente inexistentes y un programador podía cambiar el mundo con su terquedad y dedicación. Finalmente dejo su llamado a la lucha a cientos de Colombianos y Colombianas. Los aplausos de pie no se hicieron esperar y sólo se calmaron a petición del propio Stallman, eterno autogestor, quien aprovecho la atención
renovada para ofrecer llaveros y almohadillas para apoyar la fundación a la que pertenece. De nuevo el buen humor tomó lugar y la hilaridad tuvo su clímax cuando Stallman se invistió, quizá haciendo burla de la excesiva admiración cuasi-religiosa que despierta, de una túnica de santo y una aureola dorada que parecía un enorme y antiguo carrete de datos. Burlesco pontífice de la era digital, santiguo con su mano en alto al auditorio y pronuncio estas sabias palabras "No hay otro sistema que GNU y Linux es uno de sus núcleos". De nuevo la ovación de pie. Y la merece, por la trinidad que él encarna: Programador, filósofo y showman.

La fría noche me espera y camino hacia la salida del León de Greiff. Stallman ha sido halagado con la entrega de una túnica/ruana recuerdo de su labor evangelizadora por estas tierras. Una última mirada al escenario muestra al Santo rodeado varios de sus seguidores, quienes lo asedian como a una estrella de rock. Quizá su imagen regordeta no ilumine muchas pantallas de TV pero
decenas de cámaras digitales han registrado su presencia. Muchos discos duros quedarán con su efigie digital. La silueta pixelada y sonriente de un verdadero visitante ilustre. Salgo con prisa pues el retorno a mi Ciudad me espera. Mis pasos son rápidos como supongo fueron los dedos de Stallman mientras marchaban sobre el teclado, hace más de 20 años. El horizonte estaba lleno de líneas de código. Las vías del Internet ayudarían a que muchos se le unieran en lo que hoy es todo un movimiento que muestra como desde una perspectiva tecnológica, se puede creer en un mundo mejor.

Luis Fernando Medina C.
luscus9@yahoo.com
Mas Info: http://www.gnu.org
http://stallman.org

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