domingo, diciembre 10, 2006

Software libre: Una alternativa para la libertad electrónica

MODULO 0: EL FANTASMA EN LA MAQUINA

Donde quiera que nuestra mirada circule, se levanta el bit omnipotente. Fatigando el teclado, comunicándonos en la aldea auspiciada por el silicio o como nómadas bajo un horizonte de unos y ceros con huellas imperceptibles en alguna oscura base de datos, las máquinas están cada vez más presentes en nuestras vidas. Nuestra sociedad depende progresivamente en mayor medida de los computadores, creando una realidad alternativa y virtual como extensión de esta, en donde se proyectan oportunidades y amenazas. ¿Que hacer ante los obvios desafíos y preocupaciones, que esta, la era de la información nos depara? Sin lugar a dudas, no podemos evadirnos de la tecnología. Esta bien usada ha demostrado ser de gran utilidad y ha potenciado el intercambio de saberes y nuestras propias capacidades. El flujo que ha llevado la música, las publicaciones, el arte y la tecnología, de lo análogo a lo digital, nos provee una incontrovertible comodidad que puede ser riesgosa si desatendemos sus implicaciones. El software, la parte abstracta que controla los dispositivos que permean la vida moderna, ese fantasma en la maquina debe ser revelado. Es imposible confiar nuestras vidas a una tecnología cuyo corazón mismo nos es desconocido y secreto, y que puede obedecer a intereses ajenos a los nuestros. Por ello el software debe ser transparente y no oculto como lo conocemos mayoritariamente hoy en día. El software quiere ser libre. Y así debe ser si nosotros también queremos ser libres en un mundo digital.

MODULO 1: HISTORIA DE UNA REVOLUCIÓN

Es curioso como la noción de software más difundida, obedece a la concepción promovida por las grandes corporaciones del campo informático. En su postura, denominada “software propietario” el usuario debe comprar una licencia para usar el producto, sólo recibe la copia binaria o ejecutable del mismo mientras el código interno del programa es amparado por el secreto comercial. También en este enfoque cualquier intento de distribuir copias del programa son perseguidas y señaladas como practica criminal. Sin embargo no siempre fue así. Antes de la consolidación de los grandes monopolios informáticos, las comunidades académicas compartían el software que desarrollaban y colaboraban mutuamente para mejorarlo. Este cooperativismo digital, puede considerarse la etapa primigenia de lo que hoy es denominado como “software libre”. Este termino encarna una alternativa para el desarrollo, uso y distribución de programas informáticos que subvierte las características del software propietario, constituyéndose en toda una revolución que poco a poco cobra más espacio en la sociedad, a pesar de la inconveniencia que plantea para los grandes poderes.

Dicha revolución inicio con un hombre: Richard M. Stallman. Este físico norteamericano, nacido en 1953, trabajaba como programador en el laboratorio de Inteligencia Artificial del reconocido MIT (Instituto Tecnológico de Masachussets). A principios de los ochentas, Stallman fue obligado a firmar una clausula de confidencialidad, donde se especificaba que todo el software que el escribiera pertenecería al Instituto y que no era posible compartirlo. Dicha imposición, contradecía directamente la tradición colaborativa de muchos programadores y Stallman, en un acto de integridad moral, resolvió el dilema entre la estabilidad laboral y su deseo de compartir su trabajo, renunciando al MIT y fundando la FSF (Free Software Fundation). El propósito de dicha fundación era desarrollar componentes de software libre y principalmente un sistema operativo (el programa principal necesario para usar un computador) compatible con el sistema UNIX, que estaba bastante extendido en la época. Este esfuerzo, denominado GNU (que inaugura la bromista tradición del software libre de denominar las cosas con un acrónimo recursivo en donde nunca se define el termino- GNU: “Gnu its Not Unix”-) sería eficiente y de libre distribución, con la flexibilidad apropiada para ser ejecutado en diversidad de computadores. Son muchos los aportes en software de la FSF, sin embargo tal vez su logro más notorio sea la GPL.

La licencia pública general (General Public License – GPL) fue un ingenioso instrumento jurídico para proteger y difundir el software libre. También conocido como CopyLeft, hace uso de los derechos de autor (Copy Right) para garantizar que cualquier modificación efectuada sobre software libre amparado bajo esta licencia, sea a su vez libre, confiriendo la misma libertad de modificación y distribución a otras personas y a productos derivados. Así el copyleft1, denominado así en franca contradicción con el copy right, ha sido vital en el desarrollo del software libre blindándolo ante los intentos de absorber sus iniciativas por parte de las grandes corporaciones informáticas.

Hoy en día, el señor Stallman esta dedicado a dictar conferencias alrededor del mundo, donde promueve el uso del software libre.

MODULO 2: MINANDO LA CATEDRAL//CIBERESPACIO LIBERTARIO

En su conocido documento “La Catedral y el Bazar” Eric S. Raymond antepone dos modelos distintos de desarrollo de software: El modelo catedral, seguido por las grandes corporaciones y su “software propietario” y el modelo bazar, empleado por el software libre. En esta interesante analogía, se presenta la catedral como aquella estructura monolítica, cerrada e inaccesible, que sólo es posible construir con estructuras jerárquicas, donde ejércitos de programadores son los responsables de poner las piezas de acuerdo a las especificaciones de un gran arquitecto posado en la cima de la pirámide del desarrollo. La división del trabajo es clara y de naturaleza vertical. Quizá Microsoft sea el ejemplo más fehaciente del modelo catedral. De otro lado esta el modelo Bazar, en el cual se encuentran a un mismo nivel individuos iguales dispuestos a compartir ideas que paulatinamente van llevando a una construcción colectiva que sin dirección aparente, va tomando forma hasta convertirse en algo útil. En este esquema, cada persona es a su vez programador, arquitecto y documentador y tiene a su disposición el trabajo de los demás para complementarlo y mejorarlo.

En 1991, un estudiante de informática de Finlandia dio origen a quizá el caso del modelo bazar más renombrado y conocido: Linux. Tras varios años, Stallman y la FSF no habían tenido éxito al unir las piezas para obtener un sistema operativo completamente funcional, faltándoles el kernel o núcleo del sistema, parte principal del mismo. Así, Linus Torvalds tomo las partes ya funcionales del sistema GNU y desarrolló un núcleo compatible con las mismas dando origen al sistema operativo Linux2. Su gran acierto fue poner a disposición de la comunidad el código de Linux bajo la licencia GPL, lo cual posibilitaba que cualquier persona pudiese observar su composición y contribuir con partes nuevas o mejorar las existentes. Sin embargo, la contribución de Torvalds obtuvo gran éxito al coincidir con la masificación de Internet a principios de los noventas. Y es que el ciberespacio auspiciado por la red de redes, es el espacio de comunicación y difusión ideal para el libre intercambio de información que implica el desarrollo siguiendo el bazar, entre individuos iguales. Bajo su manto, se han creado miles de proyectos de software libre donde cualquiera con acceso a la red puede participar. Incluso, la licencia GPL hace posible que surjan nuevos proyectos a partir de uno existente, si alguien lo considera apropiado. En el modelo Bazar, el liderazgo es dado por la capacidad de colaboración, y no por relaciones de poder instituidas. Incluso el mismo Raymond nota esto en su “Catedral y Bazar” al citar a Kropotkin y su “esfuerzo serio de muchas voluntades convergentes” como único mecanismo operable en un universo libertario como lo es Internet.

MODULO 3: LAS 4 LIBERTADES DEL SOFTWARE LIBRE

Muchas confusiones existen alrededor del termino software libre. El error más difundido (y surgido a partir de la ambigüedad semántica del termino en ingles free como “libre” o “gratis”) consiste en pensar que software libre es cualquier programa que se distribuya sin costo alguno. Sin embargo este carácter de “gratis” que es el que más apela al público, es sólo una consecuencia ni siquiera necesaria (es posible cobrar por software libre) de las cuatro libertades consignadas en la licencia GPL y que se constituyen en la base de lo que se denomina software libre. Dichas libertades son:

0: Libertad para ejecutar un programa como se desee.
1: Libertad para examinar el código del mismo y modificarlo.
2: Libertad para hacer copias del programa y distribuirlas.
3: Libertad para publicar versiones mejoradas del mismo.

Cualquier proyecto que cumpla con estas condiciones, puede denominarse software libre. Debe verse que bajo dichas libertades, ideas como la “pirateria” o la pasividad del usuario frente a las imposiciones de una compañia, como ocurre en el software propietario, pierden todo sentido.

MODULO 4: VILLANOS DIGITALES AL ACECHO

El software libre ha sido considerado por algunas compañías informáticas como una amenaza a su modelo de negocio. Por ello no han cesado en buscar argumentos en contra del software libre ante su cada vez mayor popularidad. Por citar un ejemplo, casi toda la Internet reposa en servidores con GNU/Linux que cuentan con el servicio de HTTP (El protocolo de la World Wide Web) proveido por el programa APACHE, que es otro de los proyectos de software libre mas difundidos. El software libre se ha ido imponiendo ante todo por su calidad, pues es mejor contar con miles de personas en todo el mundo dispuestas a corregir un error sobre un código disponible, a esperar a que la planta de programadores de una compañía de con el mismo y libere la corrección.

Uno de los principales obstáculos para la adecuada difusión del software libre es la compatibilidad con parte del hardware existente. Las especificaciones cerradas y los acuerdos de exclusividad entre compañías, en los cuales los detalles internos de un dispositivo necesarios para programar para el están amparados en el secreto comercial, han excluido toda iniciativa que no participe del esquema propietario de pagar por las especificaciones. A esto la comunidad ha respondido de manera ingeniosa a través de la Ingeniería reversa que permite descubrir, a partir del ensayo y error, la estructura interna de los dispositivos cerrados. Así, ha sido posible incorporar de manera esforzada hardware sólo disponible para plataformas comerciales.3

Sin embargo y a pesar de que la comunidad del software libre lleva más de 20 años luchando por el derecho a tener opciones, grandes peligros se avecinan. Estos están representados principalmente en las legislaciones de patentes para software y en su imposición a varios países a través de tratados de libre comercio. Las patentes para software pretenden otorgar derechos de exclusividad no a productos sino a ideas que hayan sido modeladas por un programa. Así, si alguien posee la patente de por ejemplo, la barra de progreso, toda aplicación que use tan común representación tendría que pagar regalías al dueño de la patente. Es indudable que si las iniciativas de patentes para software prosperan, el futuro de la comunidad de software libre estaría en entredicho, asfixiada por una cadena de restricciones y solicitud de permisos que harían imposible cualquier esfuerzo.

MODULO 5: INFECTANDO LA CULTURA

El modelo de producción y la filosofía del software libre han inspirado otras áreas de la vida moderna en donde los paradigmas existentes están agotados y reclaman una nueva concepción más benéfica para la mayoría y no sólo para unos pocos. En particular la producción de contenidos se ha constituido en un campo en donde el espíritu de compartir y las redes colaborativas auspiciadas por Internet han fomentado la aparición de lo que se ha denominado “Cultura libre”. Un oscuro escritor que hace sus letras inmediatamente disponibles a la velocidad de conexión a la matriz a través de un blog, cadáveres exquisitos virtuales compuestos de fotos, textos y videos producidos por varios, disponibles para todos, todo un universo de sonidos libres al alcance de productores de voluptuosos pastiches musicales, la cultura libre supone la premisa altruista de compartir. Sin embargo esto no debe considerarse una perspectiva utópica en donde la obra se desliga completamente de su creador, eliminando toda posibilidad de individualidad. Mecanismos como las licencias creative commons parten de la libertad del copyleft para crear un mecanismo en donde se estimula el intercambio de contenidos para fines no comerciales reconociendo la autoría de creaciones artísticas cuando se trate de fines comerciales. Existe toda una contracultura que transgrede las premisas básicas del capitalismo demostrando que incluso dentro de sus dinámicas, compartir es mucho más poderoso y provechoso que ocultar.,

MODULO 6: CONCLUSIONES

El software libre es una alternativa de creciente uso para afrontar los procesos basados en computación de una manera transparente y ajena al dominio de monopolios. La posibilidad de usar, distribuir y modificar el contenido de las aplicaciones es de gran valor así no pueda ser aprovechada por la mayoría de los usuarios. Es aquí donde juegan un papel importante las personas capacitadas en tecnología en las labores de difusión e investigación que hagan del software libre una alternativa cada vez más cercana y real a todas las personas independientemente de su bagaje en computación, permitiéndoles ser conscientes completamente de las interacciones digitales que propician y de como estas deben ser abiertas para garantizar la independencia de la sociedad, una sociedad cada vez más volcada a ese vertiginoso entorno virtual. El espectro electrónico surgido del silicio y el bit son el nuevo campo de batalla por la libertad.

(Este texto solo ha sido publicado electronicamente en este blog y sólo ha sido sometido para publicación física para le revista Dendrita 24/10/2008)

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Este texto es la base para la charla: "software libre: Una alternativa para la libertad electrónica" a llevarse a cabo el miercoles 13 de diciembre del 2006, en el espacio cultural
PISO 3 (Av. Calle 32 #13-45 Bogotá) a las 5:00 P.M. en el marco del evento DESFASE2
(http://www.desfase2.tk)
Gracias al colectivo Excusado PrintSystem (http://www.excusa2.tk) por aceptar la charla.

Bonus Track navideño: libros libres (pueden ser libremente distribuidos)

Copyleft-Manual de uso. Un buen elemento para la cultura libre: Descargar
Cultura libre, de Lawrence Lessig, creador de la licencia Creative Commons: Descargar
Software libre para una sociedad libre, de Richard Stallman: Descargar
Anarchism triumphant: Free software and the death of copyright, de Eben Moglen (En Ingles): Descargar

jueves, noviembre 16, 2006

Distopias: La cercania del terrible espejo

Por muchos años, la literatura de ciencia ficción fue considerada como un género accesorio y de escasa relevancia, más apropiada para la caneca de la basura que para los excluyentes anaqueles de la escritura seria. Fuera en libros, comics o en cine, los paisajes de fantasía eran relacionados peyorativamente con los delirios de onanismos mentales de adolescentes acneicos y escapistas que evadían su realidad. Sin embargo y aunque muchos exponentes del genero bien podrían clasificarse de manera desaprobatoria por su superficialidad, quizá la buena ciencia ficción, es uno de los géneros literarios más subversivos que existen. Su método ha sido sutil ante los ojos desprevenidos pero demoledor ante los hábiles haciendo uso de la extrapolación social y tecnológica, que desprovista de todo artilugio futurista, se presenta como una crítica evidente ante valores que toman una ominosa fuerza en el momento de la concepción de la obra.

El termino distopia, describe en contraposición al más difundido, utopía, una sociedad futura que dista mucho de ser ideal, constituyéndose en el escenario prospectivo donde toman lugar las historias de ciencia ficción que muestran rumbos alternativos y retorcidos factibles a partir de la situación actual. Generalmente el escenario distópico transcurre bajo procesos de estructuración social que con la ayuda de la tecnología, homogenizan al ser humano bajo el influjo de un poder absoluto, sea este el estado en las distopias más clásicas, o las grandes corporaciones en aquellas más recientes que son asociadas a lo que es denominado como Ciberpunk.

El ciclo de distopias pretende dar un breve repaso sobre algunas de las producciones cinematográficas que abordan el tema. El clásico texto de Thea Von Harbou “Metrópolis” presta su título al anime Japonés dirigido por Rintaro, basado en el manga del legendario Osamu Tesuka. Esta versión toma distancia de la reconocida obra maestra del expresionismo Alemán “Metrópolis” de Fritz Lang (se dice incluso que Osamu Tesuka nunca vio la película y sólo se inspiro en un afiche de la misma) desviando la atención hacia la relación hombre robot, siendo estos últimos los que han tomado el papel de los obreros subterráneos de la versión original, aunque gobernados por una autoridad máxima. La novela de Ray Bradbury “Fahrenheit 451” sirve de excusa al afamado director francés Francois Truffaut para incursionar en el Swiging london, con su producción homónima rodada en Inglaterra en 1966. Con varias citas cinemáticas a su admirado Hitchcock (sensación reforzada por la música de Bernard Herrmman, recordado por dar el soundtrack al arte de apuñalear bellas mujeres en la ducha) Truffaut retrata esta sociedad donde los Bomberos tienen la absurda misión de perseguir a aquellos que aún conserven el proscrito hábito de leer. La crítica a la sociedad policiva, a la persecución de unos cuantos en beneficio de lo que se considera el bien común y sobretodo, a esa televisión que ya es percibida como un elemento alienante cuyo propósito es mantener .en el calido sopor de las píldoras y los realitis primigenios a asustadizas y conformes amas de casa. El circo electromagnético finalmente derrotó los exquisitos objetos hechos masivos gracias a Guttemberg.

La sociedad del pensamiento único, ya ligeramente tratada en Fahrenheit, sirve de telón de fondo para una la que es la obra epítome de las distopías: 1984. Escrita por el Ingles George Orwell como feroz invectiva contra la Rusia Estalinista, ha dejado en nuestro inconsciente colectivo conceptos tan poderosos como los del gran hermano, lastimosamente desprovisto de sus terribles implicaciones por realitis que incluso sirven de palestra a presidentes faranduleros y megalómanos. Michael Radford es el encargado de llevar a la pantalla la conocida obra, justamente en 1984 en los mismos sitios previstos por Orwell. La atmósfera de pesadilla, la paranoia colectiva y la sociedad en una guerra infinita como secreto artilugio para mantener intacta la jerarquía social son retratadas en una acertada estética de retro-ciencia ficción que conserva el estilo de los 40s.

Sin dejar atrás los estados opresores e incluso como aspecto entrelazado, aparecen las distopías de corte tecnológico. “Gattaca”, de 1997 muestra un ¿bastante? probable futuro que recuerda en ciertos aspectos el conocido texto de Aldous Huxley “Un mundo feliz”. El director y guionista Andrew Niccol plantea una sociedad basada en la Ingeniería genética, en donde coexisten un conjunto de castas predeterminadas por la aptitud física y mental que forja las élites a partir de la probeta. En un ambiente de diseñador y avantis eléctricos, deja de manera bastante cándida un mensaje de esperanza al espíritu individual que más bien recuerda un comercial de Milo. Seguidamente el conocido director Ingles Ridley Scott, moldea a su antojo la excelente novela de Philip K. Dick “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?” para producir una de las películas más influyentes de la ciencia ficción de los últimos 25 años: Blade Runner. Catalogada como la primera película de ciberpunk, esta película de culto traza una sociedad victima del hipercapitalismo, con un Los Angeles globalizado que más recuerda Tokio. De nuevo el planteamiento filosófico sobre el significado de la vida y la capacidad de las máquinas para poseerla se recrea en una historia mitad visión apocalíptica tras el calentamiento global, mitad historia noir con un policía renegado y solitario que lucha contra las circunstancias. Otro alucinante fresco poscapitalista es la conocida película australiana “Mad Max”, donde es posible observar una sociedad en proceso de decadencia. El culto al automóvil se estrella directamente con la precariedad de recursos en las interminables carreteras del polvoroso Down Under.

Finalmente la cuota iberoamericana completa el ciclo. “Acción mutante” de 1993, es la deliciosa sátira a la sociedad obsesionada por la belleza y el buen registro de cámara al alcance de quien se enfrente al bisturí. Primer largo del conocido director español Alex de la Iglesia, donde una banda terrorista de freaks incompetentes hace de las suyas en una parodia de la ciencia ficción serie B de los 50s. “Bogotá 2016” es el esfuerzo Colombiano del 2001, donde la unión de 3 cortos sobre la idea futura de ciudad, mezcla la segregación social y la creciente influencia de los realitis en una distopía con sabor local.

Diversos países y épocas. Guiones originales y adaptaciones de obras clásicas del genero, este ciclo no pretende lanzar juicios sobre el rumbo de nuestra existencia, sólo mostrar la proyección de no tan lejanos espejos deformados, dejando a cada cual la labor de indagar en los cada vez más pálidos reflejos del presente, por las precarias formas que constituyen una actualidad más inasible.

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Este texto hace parte del cuadernillo del ciclo "Distopias" presentado por el cineclub "Alberto Alava", Universidad Nacional de Colombia, Bogotá. Aquí dejo el cuadernillo por si alguien quiere fusilar el ciclo: Cuadernillo distopias

Y como ya me llego mi trasteo caleño (con los vinilos) un videito muy inclusive del camaleón David Bogüi: 1984 versión seudo-funky setentera

miércoles, noviembre 01, 2006

La sociedad de la información: un desafió más allá del reto tecnológico.

Información y tecnología.

Cada vez es más innegable que vivimos en la sociedad de la información. Y aunque aun es temprano para adelantar juicios precipitados desde el punto de vista histórico, como aquellos que sitúan nuestra época como un genuino punto de giro en el devenir del ser humano, si podemos afirmar que nunca como antes, el acceso a la información había sido tan mediado por la tecnología. Hace más de 500 años el prodigio ideado por Gutemberg desato una revolución que ayudaría a que la edad media llegara a su fin a través de la luz de los libros. La imprenta fue quizá el primer artefacto creado por el hombre que permitió un enorme progreso en la difusión del conocimiento, llevándolo de los apartados claustros eclesiásticos a una sociedad cada vez más lectora y entusiasta. Un fenómeno similar pero de proporciones mayores fue el propiciado por la electrónica en el siglo XX. La irrupción de medios como la radio y sobre todo la televisión desplazó a los medios escritos a un lugar secundario, de manera tal que no es exagerado decir que actualmente la imagen, es la principal fuente de información, conocimiento, incluso esparcimiento para una gran proporción de los habitantes del planeta. Este salto, de la palabra reflexiva y pausada a la imagen inmediata y cruda que impacta y que generalmente por su volatilidad no deja lugar al análisis, ya ha venido preocupando a ciertos sectores de la población, tanto que cabria preguntarse ¿Asistimos a la era de la información o de la desinformación?. La cuestión cobra una dimensión nueva al considerar el auge de las tecnologías de información desde finales del siglo XX y su paso desde el ámbito científico, académico o empresarial a nuestros propios hogares, constituyendo al computador en un elemento cada vez más presente en nuestras vidas. Este fenómeno reclama entonces especial atención de las personas que de alguna u otra manera estamos vinculadas a la tecnología no sólo como simples consumidores.

El súper electrodoméstico mediático

Aunque aún no ha alcanzado la masificación de televisión, y tal vez sólo sea cuestión de tiempo, ya el computador esta siendo presentado como una especie de TV en esteroides. La tendencia tecnológica y el mismo mercadeo de los fabricantes de computadores, están situando al computador personal como el implemento de uso en el hogar en donde es posible tener de manera simultanea teléfono, radio, televisión e Internet. Esta aglutinación multimedial , que inicialmente parece ventajosa, despierta una inquietud: Si todo el acceso a la información a través de un artefacto electrónico se condensará en un sólo dispositivo ¿No perderemos entonces el valor de la diversidad de información?¿Quien gobernará esta única ventana de acceso al mundo que nos rodea?. La pregunta es valida al analizar el contexto mundial donde las megafusiones corporativas están cada vez homogenizando más los productores de contenidos. La multiplicidad de sonidos, imágenes y textos que generan de distintos discursos y posiciones en esta aldea global, tienen que competir entonces con pocas y mastodonticas organizaciones producto de la unión de editoriales, cadenas de radio y televisión y proveedores de Internet las cuales abarcan casi todo el espectro informativo convirtiendo la verdad en un articulo de bolsillo de uso exclusivo de quien grite más fuerte; o lo que es lo mismo hoy en día, de quien detente el control de los medios. El conocimiento nos hará libres y la información es poder son dos frases, casi lugares comunes que se presentan como contradictorias ante las dinámicas actuales . Por esto, para preservar el conocimiento y por ende nuestra libertad es necesario encontrar las grietas de estas nuevas fortalezas mediáticas, ubicar las brechas por donde la luz fluya y otras voces puedan expresarse. Así tal vez sea posible que una red de miles de murmullos pueda hacer frente a unos pocos gritos.

La preservación de la democracia electrónica

Ante este oscuro panorama, que bien podría ser la antesala de un nuevo medioevo pero digital, el papel de las personas que por su conocimiento, trayectoria, oficio o afición estén vinculadas con la tecnología informática, es vital. Profesionales, estudiantes, programadores, consultores etc. la comunidad en general, deberán tener como imperativo no sólo el logro tecnológico medido en tiempos de respuesta más cortos, mayor número de tareas ejecutadas a menor costo y otros parámetros deseables desde el punto de vista técnico y científico, sino que también deberán contemplar el uso de la tecnología como una herramienta fundamental para el beneficio de la humanidad. De tal premisa se desprende que las tecnologías de información deben ser planeadas, construidas y manejadas de manera tal que se garantice el acceso sin restricciones a la información, pero también la libre participación en la generación de la misma. De esta forma el conocimiento que se conforma a partir del intercambio de información no estará concentrado en pocas manos, será patrimonio universal de creación colectiva. El movimiento de software libre es el ejemplo arquetípico de lo que un conjunto saberes específicos con una idea definida y en constante comunicación puede lograr. El impacto de este logro ya tiene en su haber notables repercusiones sociales, económicas y políticas que han afectado el modo mismo de pensar de las personas. De igual manera mecanismos como las redes inalámbricas de bajo costo, la radio vía Internet, los pórtales de noticias independientes o que expresen las ideologías, saberes y acciones de la comunidad; en resumen, todo aquello que permita a la población tomar un papel activo en el uso de las tecnologías de información debe ser fomentado desde la perspectiva de aquellos que nos movemos en la escena tecnológica. Debe hacer parte de nuestra ética personal y profesional cumplir con el desafió que nos depara lo que podríamos llamar, la democracia electrónica. Gran responsabilidad nos depara esta época, en donde la tecnología es sólo uno de los retos.

domingo, octubre 01, 2006

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POST 01: INTRO
Las ideas acudían frenéticas sin encontrar salida. Los medios para expresarlas existían, claro, allí estaban. Pero no se ajustaban a mis necesidades. La inmediatez entre la idea y su difusión eran prerrogativas. Ansioso recordé algunas lecturas que me habían informado de un medio que crecía en popularidad. Mi relación de trabajo diario con la tecnología más no con sus implicaciones sociales me habían hecho pasar por alto una opción tan obvia. Indudablemente la Internet era el espacio perfecto. Mas los rudimentos técnicos para publicar algo y mi falta de tiempo me hicieron rechazarla. Sin embargo ineludiblemente una página Web era el lienzo adecuado. Sólo faltaba la manera, rápida y fácil de poblarlo. Así decidí crear un blog. Este sencillo acto, que según las estadísticas es efectuado cada segundo en el mundo (la creación de un blog) fue mi paso de entrada en la blogósfera, aquel termino que se usa para referirse al creciente espacio de interacción virtual auspiciado por los blogs. Una motivación individual que trasciende en una inserción en un fenómeno comunitario y global. En segundos se posible crear una entrada (post) en un blog. No es necesario tener conocimientos técnicos, sólo un computador. Inmediatez y democratización son las bases de esta revolución.

POST 02: ¿QUÉ ES UN BLOG?
Un blog es la abreviatura del termino Web-log, el cual podría traducirse como bitácora Web. Básicamente es una página Web que está organizada a manera de un diario, en donde las entradas (posts) se listan cronológicamente, apareciendo los más recientes en las partes superiores de la página y las más antiguos en las inferiores. En general un blog está esquematizado en tres secciones: Una barra superior que contiene su título, un area central en donde se incluyen consecutivamente todas las entradas efectuadas en el blog y una barra lateral que sirve para incluir el índice histórico de las entradas, enlaces a otros blogs o páginas e información del autor entre otras. Pese a que los blogs están construidos en el mismo lenguaje de una página web común, es su facilidad de actualización y sobre todo sus herramientas enfocadas a la interactividad lo que los diferencian de las páginas normales brindándoles el dinamismo apropiado para convertirse en el fenómeno de comunicación que son ahora.

POST 03: HISTORIA
001: Y primero fue el home-page>
En los albores de la WWW como manera principal de ofrecer contenidos en la Internet, existía la página personal (Home page) como sitio donde las personas como individuos, ajenos a las ocupaciones de sus trabajos, disponían de manera informal de información de su interés. Datos personales, pensamientos sobre distintos temas, descripciones de sus aficiones y listados enlaces a otras páginas de preferencia del autor, este espacio se constituía en el medio de expresión en el cual podía darse rienda suelta a la imaginación. La naturaleza de la información incluida obedecía a los caprichos del dueño de la página. Aunque puede decirse que es posible identificar estas páginas como blogs primigenios, por su similitud con una bitácora personal, la actualización de los contenidos de las mismas era efectuado de manera manual, siendo necesarios los conocimientos apropiados para ello. Así estas páginas se convertían en acumulaciones monolíticas de información sin ningún tipo de interactividad y ajenas al grueso de la población que incluso aún no tenía acceso a Internet.

002: El código se hizo verbo: democratización del medio>
A finales de los años noventa aparecieron las denominados CMT (Content Management Tools – Herramientas Administradoras de Contenido). Estas son aplicaciones de software que una vez puestas en marcha permiten crear una entrada textual en un blog accediendo a un sencillo formulario en donde se define el titulo y cuerpo de la entrada sin necesidad de conocer HTML, que es el lenguaje en que se escriben las páginas Web. Dichos administradores de contenido se basan en plantillas, dejando aspectos como el diseño visual de la página fuera del alcance de las personas permitiéndoles concentrarse en lo verdaderamente importante: El contenido textual de la misma[1]. De esta forma y a partir de una herramienta tecnológica se dio a los blogs el aspecto que tienen hoy en día (conformado de entradas ordenadas cronológicamente) y se dio inicio a la masificación de su uso, dado la facilidad de publicación en ellos. Culturalmente el fenómeno también empezó a cobrar importancia, y es precisamente en esta etapa donde se acuñan los términos Web-log y, blog, se expande la acción de publicar (entendida también por blog pero interpretado como verbo) e incluso se da identidad a los entusiastas del medio (que se hicieron llamar “bloggers”).

003: El big-bang de la blogosfera>
Una vez resueltos los problemas tecnológicos, los blogs pusieron el poder de publicar en la Internet en manos de cualquier persona con acceso a un computador y con algo por decir. Ahora todo era cuestión de tiempo. El advenimiento del nuevo siglo trajo consigo la explosión de la blogosfera, como la creciente red de blogs interactuando, enlazándose y compartiendo información entre sí. Una comunidad de millones de individuos que evolucionó de simples diarios personales (que aún son los blogs más comunes) a blogs de todos los tipos, dando origen a una nueva forma de asociación basada en intereses comunes y en la Internet como canal de comunicación. El crecimiento de la blogósfera ha sido tan abrumador que ha irrumpido incluso en el campo de los medios masivos de comunicación. El caso más notorio es el del periodismo escrito, en donde los blogs han permitido que cualquier persona relate hechos de manera independiente sin atenerse a la censura autoimpuesta por los canales periodísticos tradicionales, los cuales generalmente no cumplen su función cuando ciertas historias van en contra de sus intereses o simplemente no son políticamente correctas. Cada vez son más los casos en donde los blogs ejercen la presión suficiente para obligar a los medios a rectificar su camino, trayendo a la superficie historias marginales gracias a la facultad que tiene cada blogger de ser reportero. Independiente e inmediato.

POST 04: CREANDO CONEXIONES
Tres características presentes en los blogs y proveidas por las herramientas tecnológicas que los hospedan han sido cruciales en la construcción de la comunidad. Son simples ideas que han potenciado el dialogo de saberes y la discusión basada en intereses comunes:
: Permalink significa “enlace permanente”. Dada la estructura de los blogs basada en entradas consecutivas en una misma página Web a veces es difícil localizar una entrada específica, entre más antigua sea esta. El enlace permanente brinda la capacidad de acceder directamente a una estrada específica en un blog como si fuese una página independiente, facilitando la referencia cruzada entre blogs.

: TrackBack es el mecanismo mediante el cual un blog puede llevar un registro automático de que otros blogs lo han citado. Si el permalink permite citar blogs, el trackback establece el proceso inverso mediante el cual desde la fuente citada se puede navegar hasta los blogs que lo referencian.

: Quizá la cualidad más importante de los blogs, la que propicia la interactividad, son los comentarios. Cualquier entrada cuenta al final con un enlace que permite a cualquier lector libremente y de manera anónima si se desea, presentar sus impresiones respecto a lo leído. Así, surgen hilos conversacionales completos con múltiples participantes que dan pie a discusiones muchas veces más interesantes que el post original. Lo primordial es la naturaleza abierta de los comentarios y su pluralidad.

POST 05: ENLACES//CONCLUSIONES
Los blogs son una demostración fehaciente de como un cambio tecnológico sencillo sobre un medio como Internet, puede promover la democratización de la comunicación y el acceso a los medios. Mediante un blog, el proceso de autopublicación se reduce a disponer de un computador con acceso a Internet y a manipular una interfaz web que permite en cuestión de segundos, publicar contenido sin mayor conocimiento técnico. Sin la presencia de editores o comités de contenidos, cualquier individuo o colectivo puede expresarse en una palestra tan ajetreada como lo es Internet. La blogósfera ha fomentado la articulación de redes sociales autoorganizativas cuyo crecimiento es exponencial. De manera similar al movimiento del software libre, estas redes se comunican de manera horizontal y espontánea sin una dirección específica o mandos aparentes. La diversidad de bloggers hace que los intereses y temas cubiertos por los blogs sean infinitos, desde diarios personales o bitácoras de viaje que tal vez sólo interesen al autor o a unos pocos, hasta blogs bastante populares ya sea por la validez de sus opiniones, lo entretenido de sus contenidos o la especialidad del autor que desea compartir su conocimiento sobre un tema específico. Tan cierto es lo último que incluso ya se están organizando comunidades científicas a través de blogs. También existen portales o directorios de blogs que no solamente los organizan sino que también permiten la interacción entre sus miembros (como es el caso del directorio http://www.blogscolombia.com).

El futuro de los blogs espera una multimediatización más profunda de los contenidos (con la inclusión más extendida de vídeos y audio), una mayor difusión debido a la masificación de los computadores y el acceso a Internet mediante otros dispositivos (principalmente móviles) y el desarrollo de sistemas que permitan organizar, clasificar y filtrar el torrente de información proveniente de millones de blogs. Pero principalmente tienen el reto de conservar su carácter independiente y democrático, ante la aparición de blogs corporativos y el recelo de los grandes medios de comunicación que se ven amenazados por el poder del individuo, que ha dejado de ser un consumidor pasivo de información y ha pasado a generar sus propios contenidos convirtiéndose en el protagonista.

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TXT: LFM_at:: http://www.alta-densidad.tk

Publicado en: Revista Mefistofeles 2.0 - Bogotá.
Gráfico tomado de la misma.
Agradecimientos al colectivo de mefistofeles: http://www.revistamefisto.tk

<#INCLUDE: REFERENCIAS >
001:
http://en.wikipedia.org
002: “Blogging: personal participation in public knowledge-building on the web”. Chimera. Institute of Socio-Technical Innovation and research. Universidad de Essex. 2005. http://www.essex.ac.uk/chimera/publications.html
003: “Blogging goes corporate”, Wired News, Wired magazine. 2002.
http://www.wired.com/news/culture/0,1284,52380,00.html
004: Coates, T. (2003b) “On permalinks and paradigms”, Blog personal: Plasticbag.org. Entrada del Junio 11 2003. http://www.plasticbag.org/archives/2003/06/on_permalinks_and_paradigms.shtml
005: Coates, T. (2003a) “(Weblogs and) the mass amateurisation of (nearly) everything”, Blog personal: Plasticbag.org. Entrada de Septiembre 3 2003.
http://www.plasticbag.org/archives/2003/09/weblogs_and_the_mass_amateurisation_of_nearly_ev
erything.shtml
[1] Aunque es posible personalizar la apariencia de un blog, las capacidades para ello son limitadas y generalmente requieren algún tipo de conocimiento sobre HTML.

Y como ya es contumbre videito: Stereo MCs "Connected", el titulo me parecio apropiado.

jueves, septiembre 14, 2006

ANTIDOTO (Fantasia seudo ciberpunk refrita)



El hastío, la realidad me corroe. Cansado de intentar frenéticamente canales donde solo recibo estática compruebo que TVW (TeleVirtual Worlds) sigue muerta. Olvide la causa. Vagamente recuerdo haber visto mensajes de advertencia cuando era un pájaro que volaba por la atmósfera de Júpiter. Ahora soy un gusano escupido a la calle por el ducto de salida del megacomplejo, mi hogar. Hace calor. No recordaba que la calle fuera así. Me muevo por instinto bajo la Alameda sintética acostumbrándome al paisaje. Llego a una plaza donde una valla publicitaria proyecta una gran sombra. Encuentro a mis amigos inyectándose bajo ella. Yo pensaba en las fantasías del canal #UndergroundSXX, entonces el embotamiento de Bito y Alexa, sus venas excitadas y ojos ausentes, me invitaron. El embolo, una pradera verde, soy un animal extraño... una convulsión me sustrae de ese mundo. Bito y Alexa, auxiliandome, me confiesan que han pasado por lo mismo. No se como los yonquis químicos pueden pagar este precio, un trozo de felicidad por todo un infierno. Solo queremos inocua experimentación virtual. Abandonamos la plaza dejando algunos Quimiks extraviados. Idiotas.

Por el viaducto principal nos encontramos un grupo que se dirige a las afueras de la ciudad. Nos unimos. Circula el rumor que todo es una campaña de expectativa de TVW para que se pida el retorno de los mundos virtuales pagando más. Cosas de la publicidad. Bito parece concentrado y balbucea que los disturbios de la televisión en los que había participado su abuelo eran algo similar. Aunque no sabe si es un recuerdo o una impresión dejada por el canal #revolucion. Nos cuesta caminar. Pasamos por un club de entretenimiento virtual privado. Hacemos silencio para no despertar sospechas sobre nuestro destino. El único posible. Ante una interrogación del portero, Pixo, que encabeza el grupo, comenta simplemente que no hay nada en TVW. La explicación es suficiente. Inmediatamente descubro que Alexa no esta a mi lado. Miro atrás y la observo coqueteando con el portero. Seguramente ya arregló su entrada al club por una mamada. Digital Bitch. Quiero intentar la misma táctica pero revelaría que somos unos adictos vagando por el sendero de la abstinencia virtual. Me dicen que nuestra paciencia será recompensada en el punto de encuentro. Cae la noche. Hace frío. Pixo señala que tras esa última colina quedan las instalaciones locales de TVW. Observo por un instante las estrellas. No significan nada para mi. Son pixeles famélicos que no conforman ninguna imagen, mundos sin entrañas. Escuchamos Helicópteros acercandose. Aceleramos el paso. El horizonte resplandece con singular aura. Se divisan las antenas de TVW vestidas de humo y desde la cima vemos las instalaciones en llamas. Algo inexplicable me invade al ver cientos de jóvenes danzando alrededor de los guardias empalados. Sonriendo, Bito me alcanza un palo afilado. Comprendo. Corro colina abajo desaforado como el hombre primitivo que soy, uno más del canal #tribal. Los helicopteros aparecen en el horizonte y disparan. Caigo al suelo mientras mi último pensamiento es que nuestra sangre será codificada en un nuevo guión, cuando TVW vuelva al aire.




TXT&DIB: LFM_at: www.alta-densidad.tk

BONUS// Jamiro_lego_estail (futures is made of virtual insanity)

miércoles, agosto 30, 2006

Pantalonetiando en Ibague (version definitiva)


PARTE I

Bajo mi espalda se encuentran las placenteras baldositas de color ladrillo que componen el piso de la casa. En una esquina el Televisor transmite Smallville que sigue siendo el mismo adefesio de superheroe hibridado con clase de Beverly Hills. Combinación irresistible para la generación MTV. Mis brazos cruzados sirven de apoyo a mi cabeza que con más frecuencia abandona la pantalla en favor del trapecio entrecortado por mis piernas elevadas y cruzadas. Por la calle con una ligera inclinación corretean ruidosos niños que juegan. Su alboroto cede con relativa periodicidad cada vez que una pequeña moto remonta el cuadro y se adentra en el barrio. Dos pasajeros generalmente la ocupan. Todo es una escena ya remota para mi. Por la luminosa puerta de la sala abierta de par en par cruzan amistosos vecinos que se detienen a saludar mientras discretamente observan a ese extraño tirado en el suelo, con un irrefutable aspecto de no haberse bañado. Ya son las 3:00 PM. El aire arde. El ultimo rostro se despide y me sonríe con la complicidad de quien tampoco se ha bañado. “Parece como si aquí no existiesen las paredes”, pienso con cierta incomodidad, más producto de la falta de costumbre que de alguna convicción. El sopor sigue su curso. Mi prima vuelve a insistir que si deseo algo de beber. Los niños afuera gritan. Otra vecina aparece y salta por encima de mi internándose en los cuartos más profundos. La privacidad se ha derretido. Las baldosas son balsámicas. Sin embargo, no tengo quejas. Definitivamente fue una buena decisión estar aquí, el día antes de iniciar el semestre. Descalzo, sudando y feliz. Privilegios de estar pantalonetiando en Ibague.

Todo dio inicio el sábado cuando abandoné Tabogo que ebullía en una tensa calma. Tombos infinitos y acuciosos fastidiaban los ángulos del escenario donde tomaría lugar la farsa. Las cámaras aguardaban lascivas la ceremonia. No quería ser un extra más. Era preciso huir. El destino era el sitio donde coincidían una amiga y una prima que me reclamaban desde hacía tiempo ya. La terminal se desvanecía en la ventana de la buseta. Ibague me esperaba aunque fuese brevemente. El sur era mi destino. De cierta manera viajaba al pasado, iba hacia atrás en el tiempo. No hacia adelante. Por ahora, dejaba esa falseada dirección a eslóganes de campañas funestas.

La ciudad me recibió con una suave brisa nocturna que aún no sepultaba los restos de un día infernal. El paisaje acudía a mis ojos con la novedad de lo no visto en mucho tiempo. Mucho más desde que las rutas directas Cali-Bogotá empezaron a ignorar aquel cruce de caminos. Sólo cuando el bolsillo apremiaba y el bus lechero era la única opción, se la podía apreciar de nuevo; aunque todo se resumía a la contemplación de un lote de buses mientras se consumía un sancocho cuasicaduco en la terminal. Tan poco tiempo para recuperar tanto...

Una vez instalado donde mi primera anfitriona y tras el tamal de recibimiento reglamentario las inevitables calles llamaban. Sugerí una caminata hacia la zona rosa, más por curiosidad que por gusto. Recibí aceptación por el destino pero reproche por el medio propuesto. “Esta muy lejos, mejor nos vamos en Taxi” ordenó con inmediatez mi guia. El recorrido se tomó como 30 segundos (Definitivamente el concepto de distancia es algo muy relativo) tras lo que desembocamos en la 5 con 38 (según fui informado). La zona rosa más corta que he visto. En sus casi 3 cuadras de extensión, se apretaban decenas de bares cuadriculados poblados de jirafas acosadas por los asistentes, compuestos de tipos con rostros de adonis y panzas apenas sostenidas por sus cocodriludas camisetas acompañados por nenas oxigenadas de escote generoso y chancleta calentana estilo condorito. Por un momento sentí vértigo y me creí en Cali. La escena se repetía con ligeras y reguetonudas variaciones en cada cubículo. Como nos deteníamos frente a cada neón prestos acudían los meseros a invitarnos, a pesar de que mi pinta de patético viajero en tenis y pantalones cargo desentonara en todos los sitios. Resalto la paciencia de mi acompañante quien sospechando de que yo observaba tomando nota visual para este blog (del cual ella, ejem, es fiel lectora) me acompaño complaciente hasta que recolectara los datos suficientes en cada sitio. Curiosamente el tiempo de exposición duraba el mismo tiempo que permanecían alineados los escotes generosos con mi plano visual. Apenas ahora lo noto, pero no se puede negar que la información pechugonistica es de vital importancia en cualquier blog. Finalmente la zona moría en un edificio donde afuera aparcaban varios automóviles y cuyos asistentes bebían copiosamente sentados en una jardinera de la construcción. Emocionado corrí para filtrarme en esta disgresión de la continuidad del paisaje, para ver de cerca a aquellos que habían preferido ocupar la calle despreciando los densos chuzos. Sin embargo mi entusiasmo se vio truncado de manera sorpresiva. Y algo penosa, por demás. El edificio en cuyas afueras departían los presuntos rumberos de anden resulto siendo una funeraria. Repentinamente la cercanía torno los estertores, atribuidos al festín en berridos proferidos por los juveniles plañideros. Sentí una gran vergüenza. Pero no era mi culpa. La planificación urbana de algunas ciudades al parecer, obedece a misteriosos criterios necro-rumbológiocos.

Tras otro dilatado recorrido de 30 segundos arribamos al centro. El centro siempre es prometedor en la noche. (El lector o lectora caleña puede sin embargo disentir de dicha afirmación). Iniciamos el trayecto por la tercera, una vía peatonalizada que ahora servía de paseo para acaramelados novios cuyo plan sabatino consiste en comer un chuzo luquiano en uno de los numerosos y humeantes puestos para despues ir a cerveciar en los bares aledaños. Ver a un tombo que habiendo subido su moto por la vía peatonal ahora disfrutaba de aquel banquete (al cual me negue porque uno viajando no debe tentar los males de la barriga) mientras bajo su sombra un mozalbete manipulaba y parecía macerar con sus dedos, una extraña sustancia del mismo color del uniforme de quien le proveía cubierta (jeje) fue indicio suficiente de que me encontraba en el lugar con la clase de contrastes que buscaba. MaKaindOfPlais. Tras un breve reconocimiento del terreno, ingresamos en un videobar. La charla fluyo con espontaneidad mientras las glorias del grundge y el hard-rock ochentero avivavan los ánimos de los asistentes. De vez en cuando giraba mi cabeza para observarlos. Los imagine empleados de banco treintones recordando sus años mozos, aquellos cuando agitaban sus cabezas libres, desconociendo su cruel destino. De alguna pálida manera, volvían a la adolescencia. Intentaba comprenderlos sin lugar a burlas, pues no eran responsables de que el sistema acostumbre a transformar la nostalgia en vulgar parodia.
_ Gracias por recibirme así tan de improviso.
_ De nada, siempre eres bienvenido.
_ Este sitio me recuerda uno en Cali que se llamaba Halley y que en una época fue muy popular. Pero este es más bonito, creo.
_ ¿E ibas mucho?
_ Un par de veces en mi adolescencia. Pero ahora ni loco. El estar aquí en otra ciudad me excusa jeje. Aunque...
De repente enmudecí. Los banqueros golpeaban con puños y botas las mesas. No reconocía los acordes pero algo me sonaba familiar. Y era funesto. Las meseras me ocultaban la pantalla. De repente, tras estirar mi cuello pude contemplar la efigie en primer plano y fade-in de nada más ni nada menos que Jon Bon Jovi. Con permanente, nariz empolvada y pañoleta terciada al pescuezo. Sólo atine a decir “vámonos de aquí” mientras los banqueros enloquecidos agitaban sus cortes de pelo de horario de oficina al ritmo del saltarin pantalón leopardo-expandex chupado en el culo de Jon. La cuenta demoró y desesperado fui directamente a la barra a pagar. No lo podía soportar. Más una vez recibida las vueltas pedí a mi contrariada amiga (que decía “¿Al fin que?”) que me permitiera ver el video que siguió a la monstruosidad anterior. “Take on me” de a-ha, aquel en donde los noruegos estan atrapados en las viñetas de una caricatura. Donde el cantante logra escapar para encontrar a la dulce nena que con copete Alf lo esperaba afanosamente de este lado del espejo. Gran vídeo. Quizá junto con “You might think” de The cars y “Thriller” del viejo maicol, los mejores vídeos de la década perdida. (El autor aprovecha para declarar que detesta la abominable versión ska de esta gran canción – Take on me-).

La huida nos llevo a otro chuzo (cuyo nombre no viene a mi) pero que decidí bautizar “El bodegón del recuerdo”. Según me contaron posteriormente, lo más excelso del crossover chucuchuquiano del centro Ibaguereño. Caneca de ron pa' lubricar mis torpes pies (aquí el lector o lectora rola debe reemplazar caneca por media), respirar profundo y a tirar paso. Ese Pastor Lopez me vino de maravilla. Incluso por un infinitesimal instante me pereció que bailaba bien. Ya lo se, no lo digan. Llevo lustros oyendo la terrible afirmación de que soy un caleño chiviado. En mi defensa puedo decir que si la naturaleza me dio pies torpes por un lado, me dotó de mente ágil por otro, y con esta he inferido un método para salir airoso en los menesteres danzarinisticos (Vea al planteamiento epistemológico más adelante en otro ágape).



PARTE II

El domingo me agarro, con almohada babeada, en una cama Ibaguereña de madera traquiadora imitación Lucho XV. Enguayabado y pantalonetiando por supuesto. El presuroso desayuno de mediodía nos lanzo al paseo dominguero planeado con la barriga apenas justa para la trepada de cerro. Paso a recogernos una amiga de mi anfitriona quien trabajaba en el Jardín Botánico San Jorge (Publicidad no pagada). Yo estaba ansioso por conocer a nuestra nueva compañera, a quien visualizaba como una gata montesa estilo Lara Croft. Imponente, de botas ,“shores” y sombrero de antropólogo Ingles en tumba de Tutankamon. Se me hacia agua a la boca. Gran estupefacción me causo ver que la persona real no guardaba similitud alguna con otro de mis constantes delirios platónicos por las féminas. A pesar de que la radiante y apócrifa sherpa tolimense no estaba mal, su inapropiado atuendo delataba su desconocimiento de las maneras de la típica caminata ecológica para viajero despistado (o con apretada agenda como Yo). Nuestra previa Lara Croft encarnada, lucía unos zapatos de plataforma estilo diva disco que harían sonrojar al mismísimo Gene Simmons. Evidentemente, trabajadora del Jardín Botánico que cubría arduas jornadas tras un escritorio.

La travesía en el cerro, estuvo adornada prolijamente por infinidad de matas variopintas presentadas por una simpática señora, esta si guia entrenada, que tras la mención del nombre científico se lanzaba en una fuga desaforada en senil-mayor que exponía las propiedades, leyendas y usos del arbustillo en cuestión. Su trepidante lengua habría dejado exhausto a un vendedor de dulce busetero. De los de a 200 3x500 la dama y el caballero. Particular curiosidad causó en mis dos compañeras la mención de una maravillosa planta denominada “siguememacho” que crecía salvaje a nuestros pies y cuyas milagrosas atribuciones saltan a la vista. Con timidez y apocada voz, indague por el equivalente masculino que aventure de nombre “elsiguemehembra” (no fue difícil adivinarlo) mientras apuraba navaja y cuantas bolsas encontrara en mis bolsillos para recolectar algunas muestricas, con fines puramente científicos claro esta. A esto nuestra guia respondío, con la secreta aquiescencia de las otras dos féminas con una negativa, señalando que caballero tan bien plantado y en la flor de su vida, seguramente no requeriría de estas ayudas botánicas. Este blog no está en capacidad de negar tal afirmación, pero sospecha que fue una elegante y geriatrica evasiva.

Al empinarse el camino e internarnos en el bosque, la señora fue reemplazada por un minúsculo y verborreico personaje que relataba sus aventuras en el monte cuando prestaba servicio, mientras saltaba y se colgaba de las ramas con simiesca habilidad. A su paso con rapidez ganamos la cima desde donde se observaba la ciudad. Sólo atine a decir “Es que este chuzo siempre es grande” mientras permanecíamos absortos en la contemplación, jadeando de cansancio. La vista justificó todo el esfuerzo y el posterior descenso en donde no podía dejar de temer por mi vida, pues a mis espaldas la diva disco tropezaba constantemente en sus enormes zapatos amenazando con rodar cuesta abajo arrastrando con este, su inerme servidor. No debo esforzarme mucho en aclarar, que no era mi deseo terminar mi atribulada existencia defenestrado en un andurrial pijao.



PARTE III

Ahora mi prima era la anfitriona. Tras despedirme calurosamente de mi amiga, la primera, y seguir en taxi a la motociclista familiar, la segunda, hasta su domicilio (la dirección era imposible y parecía más una ecuación diferencial) me encontraba en la casita de barrio de las baldosas color ladrillo. Primer pie en las escaleras y dio inicio la secuencia de presentación de medio barrio que discutía en la sala los pormenores acústicos más ajustados para la disposición de cuatro altavoces en la sala. Una hermana menor de mi prima (que no era prima mía), cumplía años. Fatigado de estrechar manos la dueña de casa me recibió.
_ ¿Le provoca una coca colita mijo? - preguntó amablemente la mama de mi prima.
_ No, gracias. ¿No tendrá más bien un juguito? - respondí esforzándome en no perecer grosero.
_ Si, hay de tomate de árbol. - Concluyó la anfitriona mayor.
_ Déle – accedí-
Tras el cristal del vaso contemplaba como observaba al niño que había conocido 15 años atrás. Yo también indagaba su rostro por la joven mujer que recordaba. Se respiraba aroma de fiesta. La torta gobernaba la escena desde la cima de la nevera. Todo era anticipación.

Tras vestirme con la pinta calculada para rituales calentanos, con zapatos bajos, pantalón holgado y camisa arremangada, desabotonada y mostrona de un níveo e insuperablemente lampiño pecho, fui enjuagado por mis primas en un ostentoso pachulí que podía ser percibido a kilómetros de distancia. De nada sirvieron mis ruegos y pataletas aduciendo que las fragancias me hacían sentir disfrazado. Falso. Poco genuino. Que lo mío era puro encanto – y aroma – natural.

Una vez emperifollado fui dispuesto en el fondo de aquel dédalo suburbano Ibaguereño, sentado en un trono de Güiny Pu contemplando el desfile de señoritas que me eran presentadas, anhelaba yo, como futuro tributo al primo-minotauro. La secuencia estaba poblada por pícaras amigas, compañeras de estudio, de trabajo, vecinas o cualquier falda fiestera traída por las alcahuetas anfitrionas en un cómplice gesto, para observar con curiosidad cuasi-nachionalyeografiquesca (Mi aporte a la RAE) al objeto de su güeveristica ofrenda. Pero como el lector o lectora de este atribulado blogger ya habrá anticipado, todos aquellos protocolos fueron fútiles. Las primas en otro ejemplo de la legendaria y conocida crueldad femenina (que es sólo comparable a la de los niños) me acapararon toda la noche, so pretexto de mi larga ausencia, dejando un fingido escapismo escatológico como única alternativa para interactuar con el ramillete. Instantes aprovechados para danzar usando el método antes anunciado:

Metodología de simulación bailadorística para troncos

1)Tras muchas exposiciones etílicas en las pistas, se ha encontrado que el ron es un buen aflojador de pies que combina una óptima relación costo/movimiento/guasquiada.
2)En los puentes de las canciones aproveche para dar volteretas (a un ritmo prudente a sus capacidades) en donde se pueda observar a una distancia prudencial (pues muy cerca sería fatal) al chacho de la fiesta. Replique sus movimientos con un retardo de 2.45 segundos.
3)En caso de pareja bastante ágil aplique el algoritmo del boxeador cuasinoquiado: abrace a la pareja fuertemente y de vueltas en una baldosa. Puede ser rechazado o simplemente recibir el comentario de que le gusta bailar amasisao.
4)En caso de desespero final, payasee. Esto distrae la atención y da la falsa sensación de que Ud. está tan en control de sus movimientos que ha pasado al nivel de la experimentación libre.

(Nota: La metodología no esta garantizada, no se devuelven esperanzas).

Siguiendo los pasos que tantos años me costó descifrar, pase la noche en un fluido continuo en cuyos vertiginosos giros se divisaban, borrosas, sonrisas, voces de promesas, una galería de recuerdos remozados e incluso el comentario de una rola desubicada sobre mi cadera prodigiosa. El cielo delataba un alba inminente y con mis últimas fuerzas gané una cama desguarnecida, no sin antes deshacerme de la camisa dominguera y pantalones holgados interrogando mi maleta en busca de la prenda exacta. Me esperaría el último día de sosiego antes de regresar al claustro. El repaso mental de los hechos al observar el paisaje nocturno corriendo en sentido contrario desde una ventana. La sensación aún firme en mi memoria de las baldositas color ladrillo. La despedida sin garantía de retorno. Y por último, la inexpugnable certeza de las ventajas proporcionadas por el discreto encanto de pantalonetiar.

Texto&Fotos --> LFM
Gracias a todxs lxs que me aguantaron por alla.
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BONUS: En el videobar de los banqueros headbangers: "Take On me", A-ha 1986. Una perfecta muestra de new-wave-synth-pop-mid-80 europeo.


martes, agosto 08, 2006

JERIGONZARIO ROLISTICO VOL 1: “Se da garra”


Crónica nostálgico-lingüística
'Darse garra es el andurrial pal rancho de la sabiduría' (Guiliam Blake)

La escena ya la había repetido muchas veces desde hacia algunos años. Sin embargo esta vez había algo distinto. No podría definir la sensación y lejano está decir que se asemejaba al miedo, aunque efectivamente algo de eso tenía. Además del tiempo, el ego falsea el recuerdo. Aún la pesada puerta metálica amarilla se abría de vez en cuando impulsada por un apresurado estudiante, que estrellándose con mi dubitativa silueta recortada contra un tablero blanquísimo y estéril parecía preguntarse para sí: ¿Es este el profesor? Cuestionamiento que cada vez será más escaso ante los sobresalientes estragos de los años en mi cara. Súmele a eso esta ijemadre brisa sabanera que me sembró un desierto en la frente y que me tiene fatigando las góndolas de cremas humectantes de los supermercados. En vano claro está.

Mi primera clase en Bogotá. Mi primera clase en la Nacho. Un curso donde un segmento importante repetía la materia por tercera vez. Esperanza en sus ojos. Desasosiego en los mios.

Una vez se normalizó la afluencia, decidí cerrar la puerta. Para ser el primer día de clase la asistencia es buena, pensé, sin dejar de permitirme el gusto malsano del desprecio por una generación cada vez más servil. En mis tiempos nadie se habría aparecido la primera clase. La Universidad pública no es lo de antes. Realidad innegable y refugio de mis chocheras prematuras. Entonces “Buenos días” de apertura. Presentación formal mientras aprovecho el tablero deseoso de tinta para escribir mi nombre. De Cali, si señores. Universidad del Valle. Paneo sobre las caras en búsqueda de una reacción, por más ínfima que fuese, ante tamaña confesión (No la de la Universidad del Valle, claro está). Nada. La expectativa opacaba cualquier otro sentimiento.

Cualquier profesor con un mínimo de inteligencia y por supuesto cualquier estudiante avezado (aunque mi biliosa invectiva generacional anterior disienta un poco sobre la aplicabilidad del termino “avezado”) conoce la grán ventaja pedagógica y didáctica del taller como medio de evaluación cuya efectividad ha sido comprobada sobre todo cuando el profesor no ha preparado ni un carajo su clase. Como este era el caso, tal posibilidad cruzó mi mente aunque fue descartada con la inmediatez que me concedía la certeza de que un taller en la primera clase era mi pasaje guit-no-return al honorable cuadro de profes odiados. Primiparo viejo sí, pero güevon no. Esto me llevó a la la única solución posible en estos casos aunque también la más baja y que revelo aquí en exclusiva con el blindaje antivergüenza que me prodiga un blog. Cualquier referencia en persona a esta abdicación será negada. Y dice:
_ Saquen una hojita y escriban sus expectativas sobre el curso.
Lo sé. Guacala superlativo. La desesperada inclusión de una segunda pregunta pidiendo definir el concepto central del curso no es suficiente para redimirme. Todavía este recuerdo me atormenta y es responsable de que la composición de mis cobijas a cuadritos hayan cambiado a 60% lana 40% sudor y lágrimas.

Pero como mi mercé ser Ingeniero y privilegia el pragmatismo sobre la decencia (espero que esto explique mi comportamiento a todos mis amigos y amigas), dicha estrategia y la posterior lectura de casi 40 hojas mal arrancadas con una caligrafía inmunda (exceptuando las pertenecientes a la desafortunada escasa participación femenina de mi clase que tuvo el detalle de entregarme hojitas de Hello Kitty con esa letra redondita tan propia de las nenas), me proporcionaban la comodidad de quemar 2 horas de clase leyendo en voz alta una sucesión de exabruptos y valorando el estado de la clase (Después de todo es un ejercicio valido ¿No?). Una salida perfecta digna de un maestro (en todas sus acepciones). Sin embargo como el destino es cruel y mi alevosía y primiparez (la palabra existe, lo juro) debían ser cobradas por el inevitable Karma profesorístico, una hoja, bastante vulgar por cierto, llegó a mis manos conmocionandome. Nada tenía de particular lo escrito allí, excepto por una ultima línea, que a nivel quizá de ruego rezaba:
_ NOTA: PROFE, NO SE DE GARRA CON LA PROGRAMACIÓN.
Una sensación de vértigo me invadió. Inmediatamente un inoportuno sudor acudió a mí. Inconscientemente repetí en voz alta la frase para de nuevo sumergirme en el silencio. Cuando mi estupefacción decreció en el grado apropiado para escuchar mi mente pude de cierta manera enfrentar la situación. La única reacción posible que tuve fue articular con labios mudos...
¿QUE DIABLOS SIGNIFICA 'SE DA GARRA'????
¡Ahh! Deliciosa expresión esta, hasta ese momento esquiva a mis oídos y que me fue revelada en el momento y lugar más inoportuno. Se me había escabullido en decenas de roquesalparques y festiteatros. La interacción con los locales no me la había regalado hasta el momento. Afortunadamente mi grán inteligencia (De sobra conocido por lxs lectorxs de este blog) se puso en marcha y logró, no sin penosos esfuerzos, esbozar un significado preliminar para la popular (ahora lo sé) y animalesca metáfora: Darse garra es exagerar. Gran hallazgo producto del análisis exhaustivo de las relaciones semioti-antropo-gamino-mamifero-podológicas inmanentes en este prodigio de la cultura popular. Una vez descifrado el papelucho pude continuar la clase no sin padecer esporádicos escalosfrios e intentos de desmayo en mi bautismo de fuego docente en plazas cundiboyacas.

Como buen investigador en ciernes, el incidente merecía una acción. Esta consistió en el refinamiento del concepto a través de entrevistas abiertas basadas en definir el prodigio. Los resultados fueron los siguientes:
¿Y es que en Cali no dicen 'se da garra'? (99%)*
Que pregunta tan marica (1%)
(* esta respuesta en particular era pronunciada con ese típico acento seudo-gomelo clase media bogotana proferido con una jeta minusculamente abierta como se acostumbra po'aca)

Los resultados, bastante desalentadores por cierto, se deben en mi concepto a que la muestra estaba compuesta principalmente por estudiantes de maestría de Ingeniería, los cuales rechazaron la pregunta por no ser tipo ECAES.

Un semestre despues y asimilando “darse garra” con “excederse” en algo, comenté la anecdota a una nueva camada de hilarantes estudiantes teniendo una nueva herramienta pedagógica para rellenar la primera clase. Curiosamente y en un gesto de baja lamboneria o burla encriptada hacía mi, la charla introductoria que sostuvimos estuvo poblada de generosos “se da garra” en cualquier contexto en el que remotamente se pudiese aplicar. Ahora me he vuelto hipersensitivo a la expresión, y creo oirla en todas partes en labios lejanos, en fríos andenes o en transmilenios atestados. Tan bella pero tan ajena a la vez. Nunca la usaré pues no me pertenece. Vengo de una ciudad de excesos donde esta hipérbole nos es desconocida.

lunes, julio 31, 2006

Bazar y Bunker

Mis dedos barajan los plásticos polvorientos, hasta detenerse en una carátula fotocopiada pero reconocible.
_Ese es bueno, lo han llevado bastante – aconseja la mona.
_ Tal vez otro día – respondo cambiando de opinión.
Con torpeza avanzo tras el espejismo del disco incunable hasta que debo detenerme. Uso mis manos para apoyarme sobre el puente que vibra constantemente. Una sensación de ligero mareo encuentra descanso el la bella cara de otra cliente que como perro cinéfilo hurga la bolsa negra del cine arte. Una cara para contemplar.
_ Esto siempre tiembla así – profiere cálidamente al observar mi gesto, lo bastante notable como para delatar mi condición de advenedizo acurrucado.

Los discos de colores fluyen inútilmente en contraste con el color de este bazar, continuidad del cielo gris de octubre. La lluvia amenaza con clausurar la tarde en el San Andresito elevado de la 45 con 30. Tomo el último lote de discos inspeccionándolo con desgano, llevado por esa mezcla de meticulosidad y vanas esperanzas de melómano.
De repente una fuga de Bach polifónica corta el aire, detonando las maniobras del escape.
El ritual de supervivencia inicia. El lote me es arrebatado. Las bolsas negras se inflan y anudan con destreza. Las mochilas se hacen pesadas. La mona se inclina sobre la baranda buscando los anunciados hombrecitos verdes que como en película de los 50s, traen el terror. En cuestión de segundos el puente se ha replegado dejando al descubierto sólo aquellos cachivaches permitidos. El día se hace más gris arrojando una cortina de camuflaje. Una seña al vendedor del otro extremo. Mueca de la mona. Consulta visual desde la otra baranda. Nada. De nuevo el minúsculo celular se retuerce con Bach. Falsa alarma.
Al parecer merodearon un poco por las escalera pero se marcharon. Seguramente otras presas más jugosas los esperan. Sus babas no alcanzaron a corroer este día.
_ Lo peor es que le quitan a uno la mercancía – Confiesa la mona.
_ Además yo no quiero pasar la noche en una estación de Quintaparedes y no tengo los cien mil pa' pagar la salida. - continua sin que nadie haya preguntado.
Sus mejillas vuelven a encenderse, anunciando que se renuevan las transacciones. “Ese no es comercial por eso te vale $8000”, “Aquí no lo tengo pero mañana te lo traigo”, “No se ha podido decodificar”, la artillería de frases se alistan, las permutaciones calculadas para que el cliente siempre tenga la razón. Con vertiginosidad aparecen los precarios billetes estudiantiles. Todo retorna a una tensa calma en donde la fatigada frente de la mona y su mirada vigilante, guardando periódicamente los extremos del puente denotan su nerviosismo. Hoy será una de esas frías jornadas de paranoia.

Otro día. Otra hora. Otros miles de pasos han ajetreado el bazar del comic, el piratazo y la conveniente sombrilla cincoluquiana. Otra jornada donde el puente es bazar ... y búnker.
El puente es estratégico, desde allí se observa todo el teatro de operaciones. El capullo de aluminio con entradas de prisión sigue escupiendo gusanos rojos repletos por la hora de almuerzo. Protegido, a salvo. Al otro lado los estudiantes salen a borbotones por los ridículos embudos de las rejas. Todo bajo la mirada escrutadora del comandante. Mi barriga también chilla por lo que mis pasos van ansiosos. Los hilillos de una típica llovizna indecisa empiezan a caer. Abstraído en mis pensamientos y en la visualización de la cercana bandeja paísa había pasado por alto su presencia. No los había notado a pesar de su voluminosidad. Miro al otro lado y veo que su vehículo perennemente parqueado se ha movido. Allí están. Torpes por su ominoso exoesqueleto de polietileno. Una mancha negra sobre el gris. El pus de las heridas del concreto. Con sus cuellos en sincrónico paneo y los dedos prestos sobre los gatillos. Aguardando. Plantados como los imposibles eucaliptos del puente.

Me parapeto tras mi paraguas para no soportar el cuadro. La historia demuestra que con ellos la cosa es de vida y muerte. Hay que temerle a las jauría de la impunidad. Avanzo. Un tropezón me hace bajar el paraguas para encontrarme con la cara de uno. Una cara para contemplar.
Es un niño.
La mirada es de odio.
Hermano de sus enemigos, puesto en el bando contrario por el poder. Siempre ha sido y será así. La furia le hace sobreponerse a su miedo. Esperando el instante en que como le enseñaron en la Academia, salgan los monstruos desadaptados de su guarida blanca. El instante de la acción y la adrenalina. Como flor de fango surgida de la masa negra, aparece el rostro de la mona:
_Me llegó nueva música.
Me inclino y tomo desprevenidamente cualquier disco.
_¿ Y a estos no les tiene miedo? - susurro.
_ No, estos ni nos miran. Los de verde, no los de negro – responde con una sonrisa. El tumulto de estudiantes chismosos es un mercado potencial.
Encuentro un disco que si me gusta y lo compro, siguiendo aquella ética de que nada que sea de bandas nacionales. Hoy comerciamos dos mil pesos y nuestras paranoias. Hoy el miedo es mío. Arrojo un último vistazo de desprecio al grupo. Es lo único que queda cuando se teme pero se es impotente. Bajo las escaleras para internarme en el exterior de busetas serpenteantes y comida chatarra. La lluvia ahora si es legítima. A mis espaldas queda el puente que se levanta como la estrecha y gélida colina de concreto donde el lobo suele cazar, no importa su especie o el color de su ropaje. Donde sus fauces salivantes encuentran sosiego en los débiles.

Una recia brisa corre esparciendo un aroma de sosobra y de pólvora. Creo escuchar explosiones en la lejanía. Volteo pero no veo nada. Sigo mi camino hacia mi casa. Aquel refugio donde mi único temor será que el maldito princo haya salido malo. Por ahora...

Luis Fernando Medina C
luscus9@yahoo.com, http://altadensidad.blogspot.com

miércoles, abril 05, 2006

Flashback en linea (revisited)

Nota introductoria: Por sapo fui el primero. Desde mi asiento lance una lenta mirada panoramica a la concurrencia y solo atine a decir: "cuando venia hacia este encuentro de bloggers me sentia como un traidor... tengo un blog que no actualizo hace un año" tras mi introducción en la dinámica colegial en donde nos presentamos, pude empezar a conocer a los otros. Los mismos. Los que andan por la senda que yo esporadicamente recorro. El descubrir toda la diversidad de la blogosféra (me quedo con la acentuación española :) tras el 2 encuentro de blogs colombia me hizo recobrar el entusiasmo y revivir mi blog. Como no he tenido tiempo de escribir algo retomo un texto que fue escrito originariamente para el blog pero que vio la luz por otros lados. Espero pronto contar aquella noche.

FLASHBACK EN LINEA
Memorias fragmentarias de un cibernauta anacrónico

PRESS_INTRO
La ciudad era de aquellas en donde cualquier permutación de factores climáticos arrojaba la canícula como única posibilidad. Caminaba ansioso mientras mi piel se deshacía en gotas de sudor y mi red neuronal en las lucubraciones de costumbre. Atrás enmudecía el mar tras unas murallas cuyas sombras eran prácticamente inexistentes. El mediodía era implacable. La promesa de un jugo de fruta me obsesionaba. Eso y el secreto deseo de refugio. Un lugar donde el sol y la soledad se aniquilaran mutuamente y en donde mi humanidad cuasiderretida pudiese contemplar su alter ego formado de recuerdos fragmentarios que persistían en alguien al otro lado de la red. El bálsamo electrónico. Entonces mis pasos encontraron rumbo hacia donde el bullicio y las calles parecen fundirse. El centro de la ciudad, exiliado de las postales paulatinamente infectó mi horizonte. La satisfacción y los espejos de pixeles deben convivir en su caos.
Una vez adentro el patrón formado no era muy distinto de lo que ya presentía. Sólo pequeñas alteraciones puntuales, el color local, evitaban la completa homogeneidad con la idea de cualquier centro colombiano. Puestos de camarones y elixires afrodisiacos, negros en moto en todas las direcciones y una sinfonía de champeta interpretada por decenas de grabadoras plateadas componían la escena. “5 lucas pana” parecía ser el costo de los bits que alimentaban la ejecución. Codificados en CD pirata of course. De pronto diviso el objeto de la búsqueda. Café Internet anunciaban letras en cinta anaranjada sobre un vidrio. Cruzo la avenida cuyo asfalto serpentea y verifico que la luz verde del semáforo es otro estimulo más sin sentido. Se amplifica la imagen del café. Supero la nube grasosa que forma un puesto de fritanga y gano el anden obstruido por una venta de porno, esta vez “A 10 lucas pana”. Llego al bastión tecnológico. Toda una secuencia de blade runner sometida a un filtro tropicalizante. Abro la portezuela de aluminio con vidrios que transpiran. Tomo un puesto y pido una hora. La recepcionista asiente y presiona unas teclas. Reflexiono sobre el tiempo. Tal vez una hora no sea suficiente para alguien que lleva más de 10 años reptando en la net. Presione enter para un flashback más calmado.

INICIO: LINEA DE COMANDOS
Corría 1993 y de repente los prados del campus empezaron a supurar. Cráteres por doquier revelaban una nueva espina dorsal de la tierra. Aluminio y concreto la formaban. Protegida en su interior la red nerviosa de cable coaxial muy pronto interconectaría todos los edificios. Internet había llegado y la Universidad sería de las primeras en Colombia en tener acceso al prodigio, del cual yo tenia noticia por algunas revistas de divulgación científica. Una horda de cascos amarillos acosaba los cráteres y la barra de progreso de nuestra excitación crecía. El estar estudiando la denominada “carrera del futuro” ya era garantía de que estaríamos entre los primeros miembros de la generación interconectada, algo que en el momento no éramos capaces de dimensionar. Aún así, el entusiasmo fue el suficiente para enrolarme en el curso introductorio.
Su dirección es: lumedina@calvin.univalle.edu.co - me informó el instructor. Mi primer correo electrónico. Inmediatamente pregunté el origen del nombre Calvin. Era el nombre del servidor donde estaría ubicada mi cuenta. Todos los servidores habían sido bautizados con nombres de caricaturas. Consumido por la curiosidad de como se vería un servidor, empecé a vagar por la sala. De repente lo vi, un gran cubo de plástico y acero que ocupaba toda una pared. Se le escuchaba palpitar con un estertor constante, me imaginaba cientos de discos duros en su interior ajetreados de datos, procesadores fatigados con la ejecución de miles de tareas, el centinela que guardaba ese mundo tan atrayente e intangible. Interrumpí la clase y pregunte - ¿Ese es Calvin? - ante lo cual el instructor repuso con una severa burla -No. Es el aire acondicionado.- Las risas no se hicieron esperar. Yo me imaginaba un servidor como una enorme máquina de los años 50. Malditos Multivac y Asimov. Apenas estaba aprendiendo y ya era un ciberromántico. Luego el instructor procedió a señalar el verdadero servidor: Un computador de aspecto vulgar y común, aunque el precio indicará lo contrario. Pero a pesar de la decepción allí estaba mi primera cuenta. Allí reposaban mis primeros mensajes de correo electrónico que ante la ausencia de destinatarios se componían principalmente de insultos proferidos por los propios compañeros de carrera.
Cada vez que encendía la terminal bruta, un cursor aparecía latiendo en el extremo izquierdo. Las pantallas eran monocromáticas y la línea de comandos, la única manera de acceder a la red. El juego de caracteres ASCII constituía el código básico de ese primitivo universo virtual, que en el momento era compuesto exclusivamente por computadores ubicados en las universidades interconectadas y en instituciones del gobierno. Telnet, ftp, mail, ping: algunos comandos Unix que impulsaban el modesto comercio de información de la época. Sólo textos científicos y algunas fotografías y lyrics de bandas de rock, puestas en servidores ftp por algún joven administrador de sistema. El porno era más underground y había que someter al sistema a exhaustivas búsquedas con los comandos archie y veronica seguidos de una cadena de caracteres casi ininteligible en donde agazapado el objeto lascivo se describía. La espera era eterna antes de que la terminal bruta empezara a escupir direcciones que presurosamente eran apuntadas en papel. Luego entrar a las direcciones, seleccionar los archivos sólo por su nombre, descargarlos al servidor y de allí a un disquete y llevar este a un PC gráfico. Todo a punta de comandos. El ratón era un lujo ajeno a la Internet. Penoso era el camino de aquellos primeros pornógrafos electrónicos. Es una lastima que la historia haya olvidado nuestros esfuerzos. Salud a los pioneros del onanismo inducido por el JPG.
Una vez la comunidad de usuarios fue aumentando, se puso de moda paulatinamente el chat. En modo texto, claro, desprovisto de todas las maricadas que lo saturan hoy. El protocolo se llamaba IRC (Internet Relay Chat) y mediante él se seleccionaba un servidor en donde había cientos de grupos de interés. Sexo, música, cine, política, informática, TV, literatura, etc. nómbrelo y allí estaba. O se podía crear. El que la red aún estuviese en el ámbito universitario garantizaba de cierta manera la calidad de las discusiones. Se conocían personas de otros países y se intercambiaban e-mails que progresivamente iban subiendo de tono hasta que por correo normal (no había cámaras digitales y los escáneres eran escasos) llegaba la fotografía que anulaba todo deseo. Aún la realidad era más contundente que el erotismo virtual. Lo mismo solía pasar con los encuentros personales. La decepción era mutua. ¿Qué más se podía esperar cuando los citados eran estudiantes de ciencias de la computación? Tales traumas me llevaron a ser un escéptico de estos medios. Pienso que como la conversación, el arte del chat ha decaído. La mayoría es desperdicio de caracteres y de ancho de banda, líneas absurdas concebidas por las mentes de adolescentes fracasados intentando conseguir ligue el sábado por la noche. Al menos esa fue la impresión que me lleve la última vez que me conecté ; )

Y SE HIZO EL HTML
El reino de la imagen como en todos los medios, entró avasallante y nos cautivó. Las anémicas terminales brutas entraron en barrena, su extinción era ineludible. Creo que era 1994 cuando se escucharon las voces proféticas que frenéticamente vaticinaban “El libro ha muerto”. La pantalla era el lienzo en donde textos e imágenes se combinaban y entrelazaban de manera no lineal, permitiendo lecturas en distintos ordenes y siguiendo áreas de interés más que secuencias. El hipertexto, que ya había nacido en 1990, llegó a nosotros cuando finalmente PCs con entorno gráfico se conectaron a la red en la universidad. Fue tal el esplendor del suceso que en poco tiempo el darwinismo digital elevaría al WWW como el protocolo que se engullo a todos los otros produciendo el efecto catalizador que catapultó la Internet como medio masivo de comunicación. El océano de información inició la inexorable erosión de nuestras mentes agregando una línea más al listado de acepciones de la palabra navegar.
El primer navegador fue el Mosaic. Forzando el símil se podría decir que era más bien una balsa. Lento y sencillo pero suficiente para visualizar el texto y las imágenes publicadas al otro lado del mundo. La biblioteca de Babel posmoderna. Luego apareció el Netscape el cual incluía un editor con el que se podía crear una pagina sin conocer los crípticos rudimentos del HTML en profundidad. Fue allí cuando se desató una fiebre güeb-ona que nos volcó a crear páginas personales donde era costumbre consignar el nombre, fecha de nacimiento, color favorito, nombre de los padres, nombre de las mascotas (y sus respectivas imágenes en los casos más graves), intereses, pequeña reseña biográfica, película favorita etc. encabezada por una foto de carné que había quedado torcida en la digitalización. Ahora en retrospectiva este terrible secreto guardado por otros cibernautas arcaicos y que revelo en exclusiva parece patético. Pero ya en esa época lo presentía, razón por la cual en un gesto combinado de vergüenza y presunción mi página sólo incluía mi nombre y a continuación un texto en donde se leía “Ser humano corriendo Vida 1.0”. La foto fue sustituida por una torpe autocaricatura hecha en Paintbrush. Aquellos eran los tiempos de la inocencia electrónica, antes de la dictadura del navegador con la letra E celeste dominando la matriz de puntos luminosos.
El advenimiento de la imagen en Internet trajo como dulce consecuencia una pequeña edad dorada del porno. Ya aparecían en los grupos de noticias y en los incipientes motores de búsqueda los mensajes y las paginas que producían el delirio. El ritual convocaba varias miradas alrededor de los monitores una vez las salas de computo quedaban abandonadas de toda autoridad. Las imágenes bajaban lentamente en sincronía con nuestra respiración. El espectro completo estaba cubierto, desde modelos semidesnudas estilo playboy hasta todas las *filias. Fue allí cuando comprendí que esos otros mundos, sórdidos y hasta ahora sólo sugeridos en conversaciones escatológicas eran reales. La imagen es poderosa y era prueba fehaciente. Aún recuerdo la expresión estupefacta de una compañera que rápidamente conjeturó para calmar sus ojos incrédulos “Es montaje. Lo que ella tiene en la boca lo hacen con chococrispis”. Pobrecilla.
De manera similar, la imagen como habitual vector del mensaje consumista trajo otra consecuencia: el comercio electrónico. Ahora la codicia de lo que no se tiene venia también envuelta en HTML. Las tarjetas de crédito esperaban con lujuria. Sus números permitían obtener mercancías del otro lado del charco. La red fue tomada por los mercachifles virtuales transformando de nuevo el tubo de rayos catódicos en una vitrina global difícil de ignorar. Incluso ahora había que pagar por la mayoría del material X-rated, convirtiendo de nuevo al pornógrafo electrónico en un persistente y solitario cazador. El grial del cibervoyeur se torno tan esquivo como en los oscuros tiempos de la línea de comandos. En la informática, el eterno retorno se da con la rapidez de un ciclo de procesador.

BYTES A DOMICILIO
Subí las escaleras para llegar a mi casa con especial rapidez. Abrí la puerta y tire mi maletín al suelo. Corrí a mi cuarto y procedí a abrir mi computador con el destornillador de mi navaja suiza. Saqué la caja que contenía el tesoro. Mis ahorros estaban invertidos en él. Desempaqué la tarjeta, la introduje en el slot de expansión y presioné fuerte, experimentando un ligero placer. Atornillé de nuevo y descansé. Ya tenía un módem. El afán no me permitió efectuar una instalación telefónica cuidadosa. Simplemente desde el conector de la sala tiré un cable de 20 metros hasta mi cuarto. Encendí el equipo y seguí las instrucciones. Luego fue el éxtasis. Tras sentir que el computador emitía un ruido como su estuviese haciendo gárgaras comprobé que estaba conectado. 14.4 KB por segundo era la velocidad de mi alegría.
El estar conectado desde la casa tenia sus ventajas y desventajas. Ahora a los desvelos provocados por la TV, la lectura o el amor, había que sumarle el del Internet. Las horas se deslizaban implacables por mi cuarto pero mi monitor era una cámara inmune a su paso. Noches enteras leyendo información de mis temas favoritos, escribiendo correos y, debo confesarlo, visitando páginas X y chateando. La última confesión, además de ser un monstruoso verbo, es más dolorosa. Hubo que esperar a que las pesquisas maternas basadas en los ruidos nocturnos y renglones inexplicables en la factura telefónica, contuvieran el frenesí.
La explosión combinatoria de los computadores interconectados invadió los hogares de clase media. La comunidad ardía en intercambio de bytes segregados por nuestros tibios dedos, extensiones galopantes que impulsaban una nueva identidad. El Doom era el juego donde los outsiders empiyamados se enfrentaban bajo la máscara de un nickname pretencioso. El gatillo era corroído por el sudor, el letrero CTRL se diluía mientras el sonido de la ametralladora castigaba las membranas de los altavoces soundblaster. Más de una vez vi mi cadáver desangrarse el pixeles rojos en el suelo poligonizado de la escena. El combate terminaba con una obscenidad y una orden de desconexión. El duelo se postergaba, hasta ser reeditado la próxima noche.

LOGOUT
Vivencias recobradas en un play cíclico bombardean mi tráfico mental. Recuerdos más recientes que pronto ingresarán a la base de datos histórica de mi memoria. La multimedia, los nuevos juegos, el mp3, la banda ancha, el peer-to-peer, la loable lucha del pingüino; el arreglo desborda la capacidad de procesamiento. La nostalgia es el algoritmo de recuperación. Un archivo MPEG vale más que 1 Giga de palabras. Ya me empiezo a hartar de devorar pixeles y ejecutar la evocación. Cierro todos los programas y me pongo de pie. Siento la camiseta adherida a mi espalda. 2 horas y 40 minutos me informa la recepcionista mientras una ruidosa impresora de matriz de punto expulsa un recibo. El último flashback es cuando cansado, traicionaba una línea de comandos expectante y digitaba el comando logout para desconectarme. Entonces ese prometedor universo monocromático se enfriaba. El cursor languidecía mientras la pantalla se tornaba inerte. Pago y me dirijo a la portezuela de aluminio con vidrios que transpiran. Al otro lado la secuencia aguardaba por su reinicio. Contemplo su muestra aleatoria de sensaciones en mute. Abro la portezuela y deseo que el sol fuese aquel lejano cursor cuya canícula desapareciera con simplemente digitar logout.

Luis Fernando Medina C. (luscus9@yahoo.com)http://altadensidad.blogspot.com
//No se usaron herramientas de Micro$oft en la composición y transmisión de este texto.

Publicado digitalmente en el proyecto Joystick. Barcelona: http://www.jstk.org/txt/index.html