lunes, diciembre 10, 2007

Cazando avatares//Karma digital

Vestigios de una nube de te aún en reposo, adornan la efigie de Nanak, el gurú patriarca de los Sikhs. El mostrador de mármol termina su abandono, cuando James toma su puesto y abre su biblia. Ante mi pregunta responde que los Sikhs no son hindúes, y reafirma su carácter católico.
_India es un país diverso, en Kerala de donde vengo muchos somos católicos.
Inmediatamente almaceno el dato. Un registro holográfico en mi memoria saturada de imágenes, sonidos y personas en una tierra tan extraña. James señala que los sikhs son bastante poderosos, y explica la imagen impasible de Nanak:
_ Son los dueños del hotel.
Reviso por última vez el estado de la batería de mi cámara digital. El instrumento para la cacería. James responde a mi despedida con una observación sorprendente.
_Esos pantalones cortos llaman al pecado. Las mujeres le verán las piernas.
Hago un gesto entre sorpresa y desden. La temporada monsónica esta cediendo y he decidido ejercer el patético atuendo del turista occidental. Finalmente escojo la sonrisa y me despido de James.

Las calles de Karol Bagh me reciben cubiertas de un barro agonizante pero aún efectivo. El sector esta rebosante de hoteles en construcción y comercios a la expectativa, consecuencias del auge turístico de Nueva Delhi. Desemboco en una calle más concurrida fatigada por mendigos, motocarros, bicicletas-taxis y perros mudos que conviven en la aún húmeda vía, cobijada por caóticos cables eléctricos que van en todas direcciones. La cámara no se desenfunda. Las tiendas pletóricas de iconografías globales no ofrecen casi nada, excepto la imagen ubicua de Amitabh Bachcham promocionando cuantas porquerías pueda. De las pantallas de Bollywood a los previsibles carteles del nirvana consumista. Tal vez el mercado cercano pueda ofrecer las imágenes deseadas.

El mercado era rico en frutas y en pequeños puestos de servicios. Reparación de electrodomésticos, arreglos de ropa, mantenimiento para bicicletas, pequeños y oscuros cubículos metálicos donde se asomaba generalmente un curioso rostro cetrino esperando un cliente, para recibir una fotografía furtiva cuando era posible. O torpemente negociadas cuando el rostro se tornaba agresivo. La publicidad de los establecimientos estaba compuesta generalmente de gráfica popular hecha a mano, barrocamente detallada y multiforme. Exhibiendo mujeres bellamente vestidas o los dioses más populares del casi infinito panteón Hindú. Que Krishna, Hanuman y Kalimata protejan este negocio. Probablemente en Hindy también aseguraban que hoy no fiaban pero mañana sí. Progresivamente una barra de estado anunciaba una memoria en ocupación. La cacería debía desplazarse a otro lugar.

La ruta 15, recomendada por James y confirmada por la tabla de la Delhi Bus Company obedecía mi señal. El sistema era eficiente, se subía por la parte trasera y en la delantera se indicaba al conductor que se había alcanzado el destino. El mio, era el centro de Nueva Delhi: Conaught Place, una zona rosa occidentalizada compuesta de ruinas circulares en blanco estuco victoriano, con centro absoluto en el Palika bazar, una especie de San Andresito dantesco sumergido en espiral y baratijas. El trayecto me conduciría del periférico Karol Bagh a un centro lleno de almacenes y paredes ansiosas. Por la amplia ventana se colaban las calles, con sus fachadas ataviadas de penumbra conferida por las moles de concreto de un metro de alturas que atareaba en obras gran parte de la ciudad. El bus se deslizaba suavemente por un tráfico en apariencia imposible, pero funcional. Un secreto código ajeno al madrazo lo regía. A medida que nos acercábamos al centro, la densidad de pequeños centros de educación en informática aumentaba con vértigo, el comercio de estudiantes trajinaban las entradas estas fábricas de mano de obra barata, única manera posible de sostener la enorme maquila digital en que se ha convertido la India, lugar de subcontratación favorita de grandes transnacionales informáticas. El anuncio Conaught Place proferido por el ticket boy me sacó de la contemplación. De pie. Revisión de bolsillos. Un tiquete en la mano izquierda y una cámara torpemente desenfundada en la derecha, equilibrista deambulando por el pasillo de metal oxidado hasta llegar al altar multicolor que rodeaba al conductor. Enfoco con una sola mano. Anhelo del semáforo en rojo para capturar la escena. Oportunidad. Obturación. Una mirada desaprobatoria del conductor no se hizo esperar. Lo siento, esto es un safari etnográfico en JPG, imágenes vivas testimoniando una cultura en narraciones pixeladas- aventure en mi mente de manera justificativa. Sin embargo tras descender del bus con intermitencia cada vez más frecuente, acudía a mi una sensación de suciedad, de que mi cabeza sería arrojada al polvoriento suelo por uno de los machetes de la terrible Kalimata.

Conaught place era la epítome de las contradicciones de una cultura milenaria inserta en la globalización. Vitrinas lustrosas ofrecían las prendas usurpadoras del tradicional Sarí, bajo carteles con los logos corporativos de costumbre. En los lugares oscuros y en plena tarde, reunidos alrededor de una futuramente innecesaria fogata, algunos mendigos compartían una droga cuyo humo se aspiraba tras ser calentado en un trozo de aluminio. Los jóvenes de las castas superiores paseaban alegres con bolsas llenas de compras mientras decidían a que restaurante de comida rápida entrar. Oficinas saturadas de computadores, almacenes de artesanías de costo particularmente alto, tiendas de discos escupiendo Bhangra a la calle, todo flanqueado por palpitantes puestos callejeros de extraños menjurges. Un fresco Blade Runner al curry. Extraviado, recorriendo los anillos concéntricos que constituían la matriz en la que vagaba como un virus extraño, un píxel fuera del histograma en busca de los avatares y sus mundanas ramificaciones, sus encarnaciones en papel. Un caballeroso Krishna que sonreía desde una calcomanía. El inefable Hannuman con su rostro primate. Las estrellas de Bollywood, semidioses de estreno. Muros con carteles que anunciaban giras de gurus como estrellas de rock. Revistas del jet set de Bombay tiradas por el suelo. Tantas capas de tinta, en fractales de colores picantes reproduciéndose uno a uno hasta el infinito, en niveles de conciencia refinada hacía la esquiva fotografía máxima.

Un pequeño altar de ecuménicas figuras gobernaba el cibercafe. La noche me había hecho volver a Karol Bagh. La siempre paquidérmica simpatía de Ganesha, rodeado de estampas sacras en donde sólo identifique a Nanak, resguardaban el Babel de voces de turistas hablando a casa. Acariciaban webcams y enviaban besos por micrófonos. Yo, más austero o simplemente más lejos de mi hogar, contemplaba una ventana de chat donde un avatar, pero en esa vaga acepción actual de otros mundos virtuales me hablaba.
>¿Puedes enviar las fotos?
#No. Tengo muchas. Las grabaré en un CD y te lo dejo en Bogotá antes de ir a Cali.
>Esta bien. ¿Y esa foto?
#Es una baldosa con un hombre de 3 ojos. Será mi avatar de ahora en adelante.
>ummmmmmmmmmmmmmmmmmmm
Finalmente el avatar que representaba alguien al otro lado del mundo, guardaba un silencio en ascii.

Hoy, dos años después mi memoria es es confusa y se presta a los espejismos de la nostalgia. Ahora recuerdo mi cacería de avatares como un sueño probable pero no real. Algo que no sucedió, poblado por las contradicciones de la modernidad. En las tradiciones Dharmicas, el avatar era la encarnación de un Dios, descendiendo a la tierra. En nuestra tradición actual, es sólo un icono vulgarizado de los millones se dan cita en la red. Nuestro tejido aspirando a la abstracción del ciberespacio. ¿Estuve en el nirvana? No lo sé. La única certeza que me queda es que la cacería fue infructuosa. Ahora estoy condenado al karma digital, a la incompleta evocación a través de cientos de fotos almacenadas en un disco duro, desprovista toda sensación más allá de la luz. A ser un avatar al que se le ha mutilado la magia, aguardando por un divino intercambio de bits. ¿La vida es sufrimiento?.

//TXT&PICS: luscus9_at_alta-densidad.tk

Este texto esta basado en un viaje del 2005 a la India.
Fotografias en: http://www.flickr.com/photos/alta-densidad/sets/72157603430742831/
Algunos fragmentos del texto y las fotografías aparecen en la edición 05 de la revista "EL NIUTON" Bogota : www.elniuton.com (página 235)
Agradecimientos al colectivo elniuton

lunes, noviembre 26, 2007

Politica+Arte+Medios Alternativos: Experiencias y Propuestas


Arte+Política+Medios <> Música+Globalización+Mestizaje
---Sursystem---

1. La experiencia Sursystem

El colectivo Sursystem surgió en Cali en el año 2004 como una plataforma comunicacional basada en la interacción de tres ejes temáticos Música, Globalización y Mestizaje buscando construir un espacio alternativo de expresión para reflexionar sobre la realidad social que nos rodea. Hasta el momento ha publicado 4 ediciones del magazin Sursystem que han tenido distribución en Cali, Medellín, Bogotá y a nivel internacional en ciudades como Buenos Aires, Montreal, Lisboa y Barcelona.

La experiencia Sursystem ha sido un laboratorio en continua evolución de la articulación de arte, política y comunicación materializadas en un impreso de bajo presupuesto a una tinta. Como canal de comunicación, Sursystem ha puesto una palestra abierta al trabajo multidisciplinario y colaborativo llevando un mensaje de crítica y reflexión social que permita establecer puntos de encuentro entre personas que no reconocen como legitimo la imposición de medios de comunicación hegemónicos. Así, quiere establecer un dialogo en múltiples direcciones reflejando una valiosa diversidad que se resiste a la cómoda homogenización. De esta manera, se ha logrado llegar a distintos públicos a través de la distribución de la publicación misma en eventos, ferias del libro, conferencias y ha aprovechado las nuevas tecnologías, publicando un blog (http://www.sursystem2.tk) que permite la retroalimentación de las personas que se sienten afines al proyecto. Finalmente ha logrado constituir un espacio donde participan muchas voces a partir de la convocatoria abierta efectuada para los contenidos del magazin.

Sin embargo, este canal de comunicación no sería posible sin una clara postura política y estética. La primera, que es la que inspira el proyecto, se manifiesta en la concepción y en la acción. De un lado, la idea misma esta tejida sobre una red de conceptos de carácter político, entendiendo este como el proceso de reflexiones y acciones que parten de la observación crítica del sistema social imperante. Así, el nombre Sursystem surge como el encuentro de la palabra en español Sur con todas sus implicaciones geográficas y reivindicativas y el vocablo ingles System, constituyendo una palabra compuesta de acorde con las formas híbridas de la globalización pero que también invita a pensar en sus efectos. Es allí de donde nacen sus ejes temáticos: la música como vector privilegiado de mensajes de inconformidad, la globalización con su cara doble de amenaza cuando es impuesta desde los centros de poder mundial como estrategia de dominación o como gran oportunidad cuando se da como intercambio equitativo entre los pueblos; culminando con el mestizaje, que representa el reconocimiento de la diversidad racial, cultural e ideológica que se constituye en la única manera de afrontar los intercambios de manera justa.

Adicionalmente esta base política debe ser complementada con un conjunto de acciones coherentes con los propósitos del proyecto. Por ello, el magazin Sursystem ha sido producido hasta el momento por técnicas de autogestión, garantizando la independencia que sólo proporciona el control de todas las partes del proceso. También reposa en una estructura de organización horizontal donde todos los integrantes comparten labores y en un mecanismo editorial abierto, que estimula la participación de distintas personas en la conformación de los contenidos. Todo esto materializado en páginas de bajo presupuesto que quieren demostrar la factibilidad de establecer medios de comunicación alternativos y fomentar la aparición de propuestas relacionadas provenientes de distintos sectores sociales que buscan ejercer el derecho a expresarse, a abandonar las posturas pasivas que han permitido la consolidación de voces omniscientes que no representan el sentir de la mayoría.

En cuanto a la parte estética, Sursystem siempre ha sido un lienzo polivalente en formas de expresión que usa el arte de manera lúdica y consciente alejándose de discursos panfletarios y de la predecible trampa del arte comprometido. Como consecuencia el magazín ha desarrollado su estilo característico y orgánico en donde se destaca un diseño gráfico atrevido que busca comunicar de manera inmediata pero también invitar a una lectura más detenida de los textos subyacentes. Esta simbiosis entre imagen y palabra viene acompañada indudablemente de la música, como complemento perfecto a la mezcla. Cabe destacar que Sursystem es un testimonio palpable de creación artística colectiva, que exhibe lo que pueden obtener personas provenientes de distintas practicas trabajando por un objetivo común.

La cuarta edición del magazin (Sursystem 03) ha sido el ejercicio más refinado de los conceptos mencionados. Sus páginas albergan una verdadera obra colectiva, donde 29 personas entre diseñadores gráficos, escritores y músicos colaboraron conjuntamente alrededor de la música como eje central. Por ello, la mayoría del contenido esta dedicado a 12 bandas o agrupaciones de varios rincones de Colombia (Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla y Popayan) de los más diversos géneros que aceptando la convocatoria abierta hecha por el magazín, se tomaron sus páginas para expresarse con sus textos, algunos diseños y principalmente su música, dando como resultado una banda sonora que presenta una muestra del espectro actual de sonidos urbanos y combativos Colombianos. Sursystem es el producto de un proceso editorial horizontal y mayoritariamente autogestinario, que se constituye en una opción refrescante en un panorama editorial dominado por los grandes medios.

2. Propuesta para una política cultural alternativa

El ejercicio de la producción del magazin ha proporcionado algunas claves sobre las características que deben conformar una política cultural alternativa, partiendo del campo editorial pero extrapolando sus resultados a otras formas de comunicar. Sin embargo debe aclararse que la concepción evolutiva del proyecto, que abraza las dinámicas y la adaptación al entorno alejándose de posturas dogmáticas y cerradas, establece que más que una propuesta única y universal, se debe fomentar la inclusión de algunos rasgos multifuncionales de cuya interacción pueda obtenerse algo que pueda acercarse a esa idea tan etérea que se condensa en la palabra alternativa. Dichos elementos son:

  • Libre flujo de información: La información producida por los medios debe ser de libre acceso. Esto potencia su difusión y estimula la aparición de otros proyectos de comunicación que tomen ideas y elementos ya disponibles para ayudar a conformar sus propias propuestas. Indudablemente, el flujo es en ambas direcciones y la disponibilidad de materiales de libre acceso de distintas fuentes, permite dar más riqueza de contenidos sin acudir a onerosas compensaciones imposibles cuando se habla de medios y políticas alternativas. Desde la perspectiva jurídica, herramientas como el copyleft y las licencias Creative Commons contribuyen a esta posición salvaguardando los procesos del aprovechamiento que otros medios de corte hegemónico podrían hacer de dichos productos.
  • Multidisciplinariedad: La inclusión sólo es posible entendiendo que las barreras entre ciencia, arte y tecnología deben ser derribadas. Esto constituye un discurso de corte académico que enarbola la diversidad de ideas como estrategia integral para la resolución de problemas. Esta más que demostrado que el involucrar múltiples visiones redunda en la conformación de acciones y respuestas mucho más completas que las concebidas desde una perspectiva unidimensional. Sin embargo, esta estrategia trasciende el ámbito del claustro e invita a complementarse con oficios y actividades que surgen en otros espacios pero que nutren la interacción con todo el tejido humano que compone la sociedad.
  • Apertura de espacios: La concepción de alternativo posee muchas facetas y evidentemente hace un llamado a la consideración de formas, procesos y espacios diferentes a los tradicionales que constituyen el proceder de los medios y las políticas hegemónicas. Es por ello que los espacios de interacción normales de tipo académico o comercial, deben complementarse con la apertura de otros espacios que se acerquen más a las distintas manifestaciones de la comunidad. Talleres y conversatorios de carácter horizontal deben ir permeando otros espacios más periféricos ajenos a las lógicas usuales de carácter elitista, dotando de un beneficioso carácter de pluralidad a las acciones tomadas.
  • Creación colectiva: Herramientas como el Internet han replanteado los conceptos de espacio y tiempo agregando un elemento de gran interés a la construcción de conocimiento y contenidos. Así, las interacciones digitales y presenciales de personas trabajando en un mismo objetivo estimula la participación de varios saberes coordinados que se sintetizan en acciones incluyentes que comunican con mayor riqueza que las posiciones que provienen de una sola fuente. La creación colectiva se constituye así en un paradigma innovador que opera de una manera más democrática en contraposición al esquema clásico individualista del gran creador omnipotente. En ella cualquiera puede abandonar la pobre posición de consumidor para convertirse en productor de ideas y acciones transmitiendo un mensaje por derecho propio.
  • Interactividad: La verdadera inclusión sólo se da proponiendo mecanismos de retroalimentación e interacción que tengan en cuenta opiniones diversas y reales de la comunidad. Sin embargo, esta interacción debe ser completa y no caer en la falacia de la promoción de interacciones con opciones ya establecidas para justificar una democracia aparente. Los procesos comunicativos deben incorporar dicha interacción y haciéndola parte de los procesos de creación y decisión en la mayor medida posible.

Como se ve, estas opciones están fuertemente interrelacionadas y se considera que su adecuada implementación puede originar todo un modelo alternativo de comunicación que se diferencie claramente de las estrategias usadas por las instancias de poder usuales. Más que grandes propuestas, se constituyen en pequeños componentes inferidos a partir de la practica diaria y cuya articulación origina toda una estructura abierta, adaptable y evolutiva que permita ampliar el espectro con voces polifónicas que han permanecido ignoradas la mayoría del tiempo.

Colectivo Sursystem [Musica, Globalización, Mestizaje]
(luscus9_at_alta-densidad.tk)

Para mas información: http://www.sursystem2.tk,sursystem@gmail.com

Este escrito fue preparado como ponencia para el Panel: Política, arte y medios alternativos organizado por el Colectivo Polifonika. Lamentablemente el panel fue cancelado, gracias a todxs lxs que mostraron interés.

Biblioteca libre:
Copyleft-Manual de uso. Un buen elemento para la cultura libre: Descargar
Cultura libre, de Lawrence Lessig, creador de la licencia Creative Commons: Descargar
Crosstalks, How open is the future?: Colección de ensayos de movimientos inspirados por el modelo libre Descargar
Planeta Web 2.0: sobre las nuevas interacciones propiciadas por red Descargar
Anarchism triumphant: Free software and the death of copyright, de Eben Moglen (En Ingles): Descargar

domingo, octubre 28, 2007

Ciclo de cine yonqui


Junkie viene de la palabra Junk que literalmente significa basura. Es el termino despectivo dado al adicto a las drogas (aunque al parecer en particular al heroinomano) y a todo el mundo bajo y terrible pero a la vez atrayente que rodea el uso de sustancias que alteren la conciencia. Este singular universo, el de la drogas, ha estado presente en la historia de la humanidad desde tiempos inmemoriables y no es un fenomeno reciente. Ya sea asociado a distintas tradiciones médicas que han hecho uso de plantas o sustancias químicas, o como parte fundamental de rituales entre la magia y la religion, entre el chamanismo y el placebo de la hostia, o en nuestros dias como simple actividad recreativa inflada secretamente por la sociedad de consumo, el tema de las drogas trasciende el debate simplificante de la legalidad o ilegalidad. Por ello ha sido objeto de estudio de distintas disciplinas y posee la dualidad de ser musa y objeto, juez y parte de multiples expresiones artisticas. El cine, tambien un paraiso artificial per sé, no puede abstraerse de ser un lenguaje priviliegiado para abordar esta temática. Su realidad alterada en espacio y tiempo contiene los códigos adecuados para proyectar el viaje. Por ello el cineclub Alberto Alava ha querido propiciar un espacio de reflexión más alla de cualquier apasionamiento e idea preconcebida alrededor de las drogas. Sin embargo, al seleccionar la visión del adicto, del junkie, ha querido separarse del lugar comun que cubre el enfoque de Colombia como país productor y que ha convertido nuestra filmografia en un recurrente vademecun de capos, sicarios y sonoros “gonorrea”. Por ello se ha efectuado una selección de 7 peliculas intentando incluir titulos de varios paises y épocas en lo posible.

El ciclo arranca con un clasico contemporaneo, Trainspotting (Danny Boyle, Escocia 1995). Pelicula ya iconica en el imaginario juvenil basada en la novela del escritor Irwin Welsh. Dirigida por Danny Boyle en su brillante era prebodrios hollywoodenses, este fetiche de la generación X expone el mundo yonqui de Edinburgo, donde la heroína es sólo una salida al aburrimiento, un modus vivendi de una juventud que cabalga en el subsidio de desempleo de un estado de bienestar retrasando al máximo su entrada en el somnifero establecimiento de TV y drogas legales de sus padres. Un banda sonora ya legendaria acompaña una puesta en escena entre el naturalismo y la metafora visual rave. Otro espacio y otro tiempo. Cristina F (Uli Edel, Alemania 1981) narra una historia basada en la vida real de una adolescente que progresivamente cae en el mundo de las drogas en una Berlin oscura y callejera que vibra al ritmo del camaleon David Bowie, quien hace un cameo en la pelicula. Una atmosfera aplastante, llevada de la mano de una fotografia oscurisima, sirve de escenario para la caida progresiva de la protagonista en el infierno heroinomano, llevandola a prostituirse por un pique.

La literatura vuelve a tomar la pantalla con una referencia obligada: El Almuerzo desnudo -Naked Lunch- (David Cronemberg, Canada 1991). Basada en el libro de igual título del escritor beat norteamericano William Borroughs (quien tiene una novela justamente llamada “yonqui”), confiere a Cronemberg la posibilidad de dar sentido a tan genial y disparatado texto basado en visiones drogadas de Borroughs, uniendolo con episodios de la propia vida del escritor. Maquinas de escribir copulantes-entomologicas, culos parlantes, Tangier, agentes de Interzone y todo el imaginario volado de la novela se somete a una casi imposible y reposada recreación. No en vano la generación beat a la que pertenecía Borroughs aún es de grán influencia en nuestros dias.

La cuota inglesa del ciclo, El jardin de la alegría (Saving Grace, Nigel Cole,Inglaterra 2000) viene imbuida en un dulzon aroma a hierba. Comedia ligera al estilo del guionista/protagonista Craig Ferguson, presenta una trauma ingeniosa resuelta en un climax de exaltación canabica de ancianas carcajeantes y tombos british en pelota. De planos reposados que se regodean en el frio encanto de un pueblito en la costa Inglesa, presenta a pesar de su simpleza reflexiones alrededor del tema de las drogas. La distancia entre consumir y producir, porque otras drogas como el alcohol si son aceptadas y la aparente benevolencia de la marihuana son lanzadas al expectador si emitir un juicio definitivo.

El hombre del brazo de oro (the man with the golden arm, Otto Preminger, Estados Unidos 1955) se convierte en una joya clasica rescatada para este ciclo. En un efectivo blanco y negro, el director de origen austriaco nos muestra los dilemas a los que se enfrenta un adicto a la heroina recien salido de la carcel, con el reto de surgir de nuevo ante una sociedad que lo juzga. Lo interesante es ver a un Frank Sinatra bestializado por la abstinencia y el desespero de un esquivo fix siendo salvado por una abnegada y joven Kim Novak, impoluta antes de ser femme fatal del catalogo de rubias fetiches de Hithcock. Lo destacable es lo inusual de esta temática para los cincuentas, imbuidos en la felicidad de suburbio del American Way of life. No hay pasajes oniricos ni primerisimos planos de jeringas voluptuosas para saciar a adolescentes con aspiraciones seudoyonquis (como es la moda hoy en dia), pero Sinatra recorriendo en traveling los planos de barrio bajo de Chicago al ritmo de frenetico bebop y en contra de la censura, son suficiente recompensa.

Spun (Jonas Akerlund, Estados Unidos, 2003), el debut cinematográfico del conocido director de videos de origen sueco, es quiza una de las peliculas más llamativas del ciclo. La estetica MTV donde se retrata un metaanfetaminico grupo de whitetrash tiene casi todos los trucos: Pasajes de ensueño, planos desorbitantes, insertos de caricaturas, parodias de realities y programas de televisión funky de bigotones policias, escenas comicas y absurdas, tetas, automoviles, sexo y hasta apariciones de un Rob Halford (Judas Priest) embutido en atuendo gay de cuero como proveedor de porno, esa droga casi exclusiva para hombres y Debbie Harry, la fantasia masturbatoria del New Wave como lesbiana vindicatoria. A pesar del asalto de estimulos, la historia no deja de tener cierta nostalgia, retratada en el personaje principal pero fudamentalmente en ese personaje gigantesco representado idoneamente por Miky Rourke, triste simbolo sexual ochentero convertido en oscuro renegado por sus excesos. El efecto queda completo con una musica casi bucolica de Billy Courgan que contrasta con las atareadas calles de Los Angeles.

La dificil representación latinoaericana en este ciclo esta encargada a la excelente Martin H (Adolfo Aristarain, Argentina-España, 1997). Aunque por fuera de la estética yonqui cliche de jovenes degradados en edificios ruinosos, esta pelicula pone de manifiesto algo más discreto pero no por ello menos real: la presencia de la droga en la vida cotidiana. Planos comodos, personajes burgueses, Argentina y España unidos por una historia familiar y una sobredosis como detonante, todos los personajes principales pasan temporadas en paraisos artificiales con su propia opinión al respecto. El adolescente desubicado con ansias de experimentación, el padre que reaparece ocultando su somnifera rutina de porro y vino, la amante cocainomana de imprudentes sosiegos nevados a su desamor y el marica hedonista enamorado de las drogas como manera de descubrimiento, todos tan bien puestos en la comodidad de sus pisos, en la ascepcia donde el dealer es inexistente, y “la merca” al parecer siempre reposa en algun gabinete.

Finalmente como cierre la pantalla es tomada por “Miedo y asco en las vegas” (Terry Gilliam, Estados Unidos, 1998). La pelicula esta basada en el libro homonimo del escritor norteamericano Hunter Thompson, niño terrible de las letras gringas y uno de los iconoclastas más excelsos en un Imperio de idiotas. Con grán precision Gilliam recrea las alucinantes experiencias del alter-ego de Thomson, Raoul Duke y su abogado Dr. Gonzo, interpretados magistralmente por Johnny Depp y Benicio del Toro, en su sicodelica busqueda por el sueño americano. En amplios planos del desierto del oeste norteamericano atravesado por enormes convertibles o en claustrofobicas habitaciones de alfombrado kitsh capturados en grán angular, estos antiheroes en constante excitación multidrogas, deambulan extraviados sin poder asir ese sueño que se desvanecio tras romperse el ensueño hippie a principios de los setentas. La pelicula sirve para mostrar las contradicciones de la sociedad norteamericana con el acido humor de Thomson, retratando una generación de invalidos mentales que creyeron, al típico estilo consumista estaudinense, que la paz venia en capsulas tal cual como pontificaba el profeta-PhD del acido, Timothy Leary.

Al finalizar el ciclo, el viaje concluye. Distintas visiones y filmografías. No se busca hacer una apología de las drogas, pero tampoco caer en la censura y pensamiento unidimensional propio del establecimiento. Sólo dar a entender que el universo descrito, tal vez no nos es ajeno en una sociedad obsesiva y consumista. Automoviles, video-juegos, la televisión, las drogas legales como el alcohol y el tabaco, quiza cada uno de nosotros y nosotras tenga una adicción. Así estas imagenes en movimiento buscan dar diferentes elementos de juicio para que sea el espectador el que tome decisiones o simplemente, expanda su mente de manera lúdica y terrible. Recreando el circulo vicioso, consumiendo fotogramas en un empaque electrónico bastante pirata, suministradas por un cineclub jíbaro.

//Luis Fernando Medina C.
//(luscus9@yahoo.com)

Descargar el cuadernillo del ciclo

Como el cine, el cineclubismo es colectivo, agradecimientos a:
*Amigos y amigas que asistieron a las funciones
* Andres, Juan Jose y Tatiana (Cineclub Alberto Alava) por ayudar en el ciclo
* Diego Espejo por entender la idea para el afiche y hacer tan buen trabajo
* Andrea Fandiño, (Bienestar UN) por apoyar mis caprichos (costear el afiche)
* Wintermute en Barna, que sabe el credito que tiene

jueves, septiembre 20, 2007

//Proceso editorial en red con contenidos libres: la Experiencia Sursystem.

Del papel al bit y viceversa. Antaño los pesados tipos móviles de plomo eran el génesis de la infinita galaxia Gutemberg. Hoy en día, los preciosos movimientos que componían la página han sido reemplazados por un comercio imperceptible de paquetes de información. Hierro y tinta. Píxeles y el código ASCII. Todos aún parte de ese multiforme universo de la palabra escrita. De su concepción, distribución y consumo. Las nuevas tecnologías de la información han llegado, no para desplazar el papel, fetiche aún entre nosotros, eslabones progresivos hacía el homo ciberneticus. sino para catalizar los procesos intrínsecos de la producción editorial.

Sursystem, música, globalización y mestizaje es una experiencia que intenta articular producto y proceso sobre una plataforma horizontal de comunicación. Surge justamente de la reflexión propiciada por nuestros tiempos de posmodernidad langaruta, trazando un punto de encuentro a través de estos ejes temáticos. La música, como el eterno arte perfecto superior a todo tipo de barrera y vector privilegiado para un mensaje de igualdad. La globalización como ese ominoso concepto terrible tal vez desde el punto de vista económico pero prometedor, si es bien entendido, desde la perspectiva del flujo equitativo y multidireccional de saberes, culturas y personas. Mestizaje, como la única manera de articular nodos heterogéneos en una red caótica que deseamos diversa y auto organizada, incólume ante cualquier intento de hegemonía.

Sursystem, es un experimento de pluralidad que se constituye en un cadáver exquisito de contenidos. Sus páginas de bajo presupuesto son un lienzo para el encuentro de músicos, diseñadores, escritores y en general cualquier interesado en sus ejes proponiendo dos lecturas: la visual y la textual. Consciente de la cultura visual imperante, implementa el uso del icono contra el icono: de una lado propone un diseño gráfico completamente arriesgado, singular y expresivo y por otro lado subvierte la homogeneización gráfica mutando de formato, cabezote y estilo. Cada edición es una pieza independiente. Sin embargo, la fachada sólo debe ser la facilitadora al acceso de una lectura en segundo plano más reflexiva y menos inmediata, la que aún confía en esa maravillosa herramienta de comunicación que es el lenguaje escrito.

Para lograr esto, las plataformas de tecnologías de la información son un elemento indispensable. Más allá de la Web 2.0 y su elogiada y a veces discutible democratización en la producción de contenidos, un medio impreso como Sursystem se constituye en un experimento de ingeniería reversa, que esculpe imágenes, textos y sonidos codificados en binario en un Wiki a vapor y en pulpa de papel. El copyleft y el libre flujo de la información propician una palestra abierta en un país donde la lectura, la escritura y el mundo digital son precarios. Así, la tecnología estimula un proceso editorial evolutivo y fragmentario donde aportes de todo el mundo se encuentran y solidifican en las sonoras páginas a una sola tinta, cerrando así el ciclo del flujo de la información. Retroalimentando una constelación de herramientas y procedimientos, saberes e ideas que tal vez puedan configurar un escenario donde todos y todas tengan posibilidad de expresión, ante la grave monopolización de los canales existentes.


Luis Fernando Medina C (luscus9@yahoo.com)
www.alta-densidad.tk

Miembro del Colectivo Magazín Sursystem
www.sursystem2.tk
sursystem@gmail.com

Este texto en construcción fue entregado en la charla "Procesos editoriales en red con contenidos abiertos" ofrecida el miercoles 19 de Septiembre del 2007 en el espacio "Miercoles Virtual" del Teatro Jorge Eliecer Gaitán.

Agradecimiento a los organizadores por la invitación.
+info: http://www.teatrojorgeeliecer.gov.co/programacion.php#miercoles

domingo, marzo 11, 2007

Dos muros

Muro #1
Los ladrillos son como píxeles, esperando el haz de luz que los ilumine.

Hábilmente se erguía sobre una bicicleta antigua para pulir aquella mujer de tonalidades amarillas y grandes senos que parecía pender del horizonte. Con amabilidad había rechazado mi oferta de ayuda de tener la improvisada banca. No había altivez o rechazo en su gesto,simplemente una serena certeza de sus habilidades de equilibrista y pintora. Dos virtudes útiles cuando se embellece un muro con pasión de mujer. Mi primera impresión del evento. La excusa de recoger un envió desde Cali se convirtió en una invitación de la amiga emisaria a presenciar la última jornada del evento “Grafiti Mujer” organizado por la Alcaldía de Bogotá como previa celebración al día de la mujer. El bullicio de los carros y los transeúntes que tímidamente curioseaban, bañaban en sensaciones la esquina sede de la jornada. Carrera 68 con calle 53, diagonal al parque Simón Bolívar. Hacia algo de frío pero el calor humano ante los muros era lo suficiente para soportarlo. Los aerosoles, pinturas y esténciles poblaban el suelo concediéndome la cicloruta para efectuar un recorrido de observación. Aquel que repetí una y otra vez con cámara en mano para presenciar la mutación del muro. De la frialdad del blanco institucional a la multicolor cadencioso y sorpresivo de una expresión que con alegría exhibía las preocupaciones, sueños, burlas, clichés y críticas de las convocadas.A cada parcela del muro, la contemplación. Una fotografía y en algunos casos una sonrisa. La obra inconclusa de la equilibrista meticulosa. Una fenómena en un andamio improvisado por una pila de sillas de tiendita. El autógrafo colectivo terminando una cupida serie B sobre un campo de plantas carnívoras. El recurrente motivo de la mujer rompiendo cadenas. Figuras femeninas como sacadas del imaginario de Alicia en el país de las maravillas pintadas por una cara de ángel con lentes. Marquesinas con los nombres de revistas light de cabeza. Mensajes de denuncia. Rostros que reían o lloraban. Ellas. Ayudadas por algunos. Disponiendo a su antojo de un agradecido lienzo de ladrillos. La noche caía y el escenario se quedaba cada vez más desierto. Diligentemente las latas y residuos eran depositados en las canecas de basura. El muro recortado con el cielo se preparaba para afrontar su soledad, abrigado en una película de sueños y esperanzas salidos de unos tarros, unas manos, unas almas. Dispuesto a recibir las miles de miradas que le esperaban. ¿Qué lecturas propiciará? ¿Será atendido o entendido al menos el mensaje de sus creadoras? Tras despedirme emprendí la búsqueda de un bus para regresar a casa. El frío arreciaba. La última viñeta me fue concedida por una nena con los ahora ubicuos. Ante mi pregunta sobre la buseta apropiada, charló un rato conmigo. Ya estaba cansada y el motivo inconcluso de su aporte a la jornada pronosticaba un regreso al otro día. En la buseta, reflexionaba sobre lo que escribiría. Sería breve por supuesto, las fotos harían el trabajo. Me preocupaba parecer zalamero, cursi o probablemente libidinoso. Vana preocupación concluí: Era simplemente una pared. Embellecida en una tarde normal. Premiada como pocas. Por ellas. Y todo eso, ya era grandioso.
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Ver fotos del evento "grafiti y mujer"

Enlace a la página del evento
Un aporte de otra para el muro de rayos catódicos:


_Video por ::FMV::



Muro #2: Crónica trasnochada y quejumbrosa del concierto de Roger Waters


Con puntualidad inglesa, a las 7:15 como había sido anunciado, las notas introductorias de “In the flesh” cortaron la noche. La expectativa había crecido desde que la proyección de un viejo radio cuyo sintonizador que era acosado por una impaciente mano de un joven fumando, había dado inicio a una secuencia de piezas musicales de rock and roll clásico y jazz. De repente las luces, la descarga y la figura de un Roger Waters aparecían en escena, haciendo olvidar el infortunio de la fallida presentación de Chucho Merchán y (temporalmente) la actitud del público que ya aventuraba inapropiada. Con la serenidad de una leyenda entrada en los sesentas y una cálida sonrisa, Mr. Waters dirigía la ejecución perfecta de piedras angulares de la discografía floydiana. Ataviado con su traje negro reglamentario que viene usando desde que los estampados floridos del verano del amor cayeron en desgracia, poseía la modestia suficiente para ocupar un segundo plano cuando las limitaciones de su voz así lo exigían. La banda, extremadamente precisa y coordinada con las proyecciones infaltables en la imaginería floyd, incluía a viejos conocidos como el guitarrista snowywhite, compañero de aventuras y músico de soporte en vivo en las giras de animals y the wall, y el teclista Jon Carin, uno de los pilares del floyd gilmoriano de finales de los ochentas y principios de los noventas.

La primera parte del concierto prosiguió con los obligados “Shine on You Crazy Diamond” y “Wish you were here”, dedicados al fallecido fundador de Pink Floyd, Syd Barret, y la arenga contra la industria discográfica, “Have a cigar”. De nuevo la ejecución perfecta que podría parecer un poco aburridora a veces para los que esperábamos algo más de improvisación que se alejara de lo consignado en disco. Justamente una de las marcas registradas de Pink Floyd: experimentar en vivo, pero supongo que eso era en otros tiempos. Sólo el oscuro clásico de A saucerful of secrets “Set the controls for the Heart of the sun” que mando a las sillas a todos los adolescentes gesticulantes que exigían más de The Wall, trajo un aire de frescura al recrear la canción de 1968 reemplazando el pandemonium sicodélico seudo dodecafónico de Gilmour-Mason-Wright (Guitarra, Batería y Órgano más el gong azuzado por Waters) por un relajado contrapunto de saxofones. Era curioso ver a un Roger 40 años más joven retozando con sus compañeros (incluyendo a Syd) en un campo de flores que danzaban con el viento. Igual que como se contoneaban los brazos con decenas de celulares intentando capturar algún instante en pésima resolución, obstruyendo la visibilidad.

Los momentos personales y políticos de Waters llegaron de la mano de “Fletcher memorial”, esa fantasía de un reclusorio para las figuras de poder actualizada ahora para incluir a Saddam Hussein, Osama Bin Ladem y por supuesto, Mr. President. “Leaving Beirut”, único tema nuevo presentado, narraba las experiencias juveniles de Roger en un viaje a principios de los sesentas a esta ciudad contextualizándolo a nuestros días como evidencia la frase “Oh George! Oh George! That Texas education must have fucked you up when you were very small” celebrada por la multitud mientras la proyección mostraba viñetas de un comic que acompañaba la verborreica canción. Bastante actual, directo y alejado de las imágenes etéreas asociadas a Pink Floyd. El clímax de la primera parte llego con “Sheep” poderosa melodía con ribetes punk quizá pensada para el evasivo público de 1977, que empezaba a ver a los floyd como dinosaurios corporativos, despreciados por los héroes del momento: Jhonny Rotten y sus efímeros Sex Pistols. El éxtasis fue total cuando otro icono floydiado, el cerdo volador planeo sobre la audiencia para ser liberado en el estrellado firmamento, aquel que estaba a 24 horas de ser clausurado por la visita de Mr. Bush. Irónicamente varios mensajes de rechazo estaban escritos en sus perniles voladores.
Los pulsos iniciales de The Dark Side of The moon, acallaron a la multitud de las áreas traseras que gritaban al publico de adelante para que no se parara en sus sillas. No podía evitar voltear hacia atrás y sumarme al clamor para sentarse, más yo mismo estuve obligado a pararme en la vibrante Rimax. Era claudicar a mis principios o no ver absolutamente nada. Poco a poco estos incómodos pensamientos se diluyeron en la contemplación. La proyección circular paso de una luna creciente a los clichés floydianos que siempre acompañan la ejecución de Dark Side. Impecable por cierto, con sus pasajes oníricos clonados milimétricamente por el guitarrista Dave Kilmister, en la no pequeña tarea de reemplazar a Gilmour. Las potentes voces de las coristas de ébano y el final apoteósico en el repetitivo sermón pesimista de Roger: En todo lo que hagas y en todo lo que veas…todo bajo el sol esta en armonía, pero el sol es eclipsado por la luna...
Despedida con venia bajo el mar de aplausos antes de abandonar el escenario para retornar con un calculado encore que incluía “Another brick in the wall” fundido como se hace ahora con “the happiest days of our lifes” y que incluía un coro de niños locales, “Vera Lynn” seguido de la marcha “Bring the boys back home” que exhibía imágenes de los conflictos bélicos actuales excepto claro esta, del nuestro, que es poco importante para los anglosajones. El cierre total y magnificente fue con la acostumbrada “Confortly Numb” la cúspide musical de un álbum conceptualmente y letristicamente tan sólido como The Wall pero musicalmente flojo. Punto dorado de una jornada de casi tres horas de un inmaculado y envolvente sonido con un contundente aunque incompleto reflejo de una de las mejores bandas de la historia. El mejor concierto masivo al que he asistido hasta el momento, concluí. Feliz pero algo contrariado, tome el camino a casa para ser progresivamente asaltado por mis reflexiones. Definitivamente un concierto es un gran espectáculo pero también es uno de los espacios de alienación colectiva más certeros de nuestros tiempos. Ese era justamente uno de los ejes temáticos de The Wall, por eso toda la metáfora fascista. Un espacio donde un muro de espaldas se cimento en hileras de sillas Rimax. Donde los gritos de “siéntense, siéntense” fueron ignorados por la torpeza de aquellxs que pensaban que de pie en las sillas todo se vería mejor. Donde las manos se estiraban hacia el ídolo como en una alocución nazi o donde se filtraban por entre las vallas custodiadas por seguridad como por las ventanitas del tren que se dirigía al campo de concentración, una imagen de la malograda película de Alan Parker que no podía quitar de mi mente. Por ello últimamente prefiero ir a conciertos de bandas locales, más íntimos y en donde todos son iguales. Sin clases sociales reproducidas por la boletería. Donde la relación del espectáculo en vivo sea de nuevo orgánica. Supongo que un tipo como Roger debería estar de acuerdo sino estuviese atrapado bajo el precioso muro de la fama. Uno de los muchos muros que nos rodean.

Leaving Beirut:


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lunes, febrero 26, 2007

P2P: la batalla por el libre flujo de la información

Imagen: Cortesia EstrellitaNinya

>>Intro: Flash back en espiral
El Internet, aquel nuevo espacio de interacciones sociales basadas en el desarrollo tecnológico ha sido espejo virtual de las luchas de poder de este, el mundo aún no codificado en binario. Los conceptos de legal y legítimo han sido valores mutantes que fluctúan con el progreso de la tecnología y sus implicaciones culturales, sociales y económicas. Lo que ayer aparecía espontáneo y estimulante, se transforma en normalizado en el ciclo normal de todas las tecnologías: del underground académico a la difusión masiva llevada a cabo generalmente por una gran corporación. Este espiral de fuerzas ha permeado toda la historia de la computación. Ken Ritchie, uno de los creadores del sistema operativo UNIX, enviaba a sus amigos cintas con el sistema etiquetadas “Con amor, ken” antes de que la compañía AT&T lo patentara, en lo que luego se convertiría en una practica común que llevaría a firmas como Microsoft a construir enormes monopolios basados en el secreto comercial sobre el código. El espíritu cooperativo de los programadores en las Universidades fue censurado a principios de los 80s en otra irrupción del mundo legal que provocó el surgimiento del movimiento del software libre. A cada excitante y desinteresada novedad, le esperaba la cautividad de una ley promovida como beneficiosa para la comunidad. El Internet parecía el giro en la otra dirección.

A principios de los años 90, cuando la red que tuvo su origen en un proyecto militar propio de la guerra fría y que venia siendo usado para interconectar Universidades y centros de investigación de una manera igualitaria (Piscitelli_2001) inició su imparable expansión, la utopía se asomaba a ese atribulado termino que es ciberespacio. Un lugar sin control o censura alguna, donde cualquiera persona frente a una terminal conectada podía expresarse libremente. Un grial libertario formado por la interacción de millones de paquetes de información. Una completa falacia. A pesar de los desprevenidos panegíricos del prodigio, de la sorprendente burbuja económica de las puntocom y sus revolucionarios (e inútiles como la historia demostraría) modelos de negocios, cada vez más la red era controlada por unos pocos escamoteados en la sensación de seguridad de un espacio horizontal conformado de datos. Tuvo que ocurrir otra pequeña revolución para alertarnos. Su gestor, un adolescente: Shawn Fannings. El arma, una aplicación rompedora: Napster. La estrategia: Un protocolo de comunicaciones olvidado pero que rescataba el espíritu de conexión entre iguales, el p2p.


>>Búsquedas: El poder de la comunicación horizontal
El protocolo entre iguales (peer to peer, p2p) implementa una arquitectura donde todos los nodos son a la vez servidores y clientes de información, que puede ser conformada por computadores caseros normales con acceso a Internet. Este esquema, propicia la aparición de redes horizontales donde cada participante puede, además de consumir información, poner a disposición de los demás miembros sus propios contenidos almacenados en su disco duro. La comunicación p2p contrasta completamente con el modelo cliente/servidor, en el cual los usuarios son clientes pasivos que se conectan a un servidor controlado por terceros para consultar información, leer correo, descargar datos etc. bajo las condiciones impuestas por estos centros de poder virtuales. La mayoría de personas hace este uso de la red, lo cual es patente en aplicaciones que como la WWW, presentan una estructura eminentemente jerárquica, que sólo hasta ahora ha empezado a democratizarse con el poder que los blogs y los wikis han otorgado al usuario final, que puede convertirse en servidor.

El p2p ha recuperado el concepto original de la arquitectura de Internet, en donde todos los nodos estaban al mismo nivel (Lessig_1999) incorporando en su filosofía conceptos como la descentralización de la información y otros deseables que no siempre se obtienen, como el anonimato y la compartición equitativa de recursos. Así, el Internet es la infraestructura sobre la que se crean redes de comunicación efímeras y cambiantes que propician a su vez la formación de redes sociales interconectadas y transversales que obedecen a intereses comunes y que están en capacidad de compartir información y desarrollar tareas de manera cooperativa.


>>Descarga: La batalla por el copyright
Napster, fundada por Shawn Fannings y Sean Parker en 1999, ofrecía a sus suscriptores la descarga de un programa que al ponerse en línea hacia posible la búsqueda de canciones en formato mp3 en los discos duros de los otros usuarios, poniendo a disposición de la red los contenidos en el disco duro propio. Así, la comunidad napster creció hasta 80 millones de usuarios ansiosos de música digital alrededor del mundo convirtiendo a su sitio en el más visitado de ese año. Y aunque el envió de contenido digital antes no era percibido como un crimen (Dasgupta_2003), la popularidad de napster lo puso el la mira de la industria musical, provocando una serie de demandas y acciones legales por violación de derechos de autor, entre la cual quizá la más recordada sea la presentada por el grupo Metallica, el cual vio su modus vivendi amenazado por esta tecnología. El punto débil de Napster era su arquitectura híbrida no enteramente p2p: pues aunque no controlaba a los clientes y no poseía ningún archivo mp3 como tal, contaba con un servidor central que indexaba las búsquedas indicando donde encontrar el material.

Hoy Napster es historia, pero el surgimiento de aplicaciones sucesoras como Gnutella, Limewire, EDonkey, Morpheus etc. que no solamente están capacitadas para encontrar música, sino también textos, películas y programas de computador han alertado a todas las Industrias relacionadas con estos contenidos que amparados en el eterno y manipulado argumento de los derechos de autor, han declarado la guerra a los sistemas p2p.

Ante las dificultades de los métodos legales, el Darknet, que es el nombre dado a la colección de redes y tecnologías para distribuir contenido digital (Biddle_2002) y que incluye las tecnologías p2p, esta siendo atacado por las grandes corporaciones mediante algo más efectivo: la misma tecnología. Adicionalmente a las ya conocidas formas de seguridad y encriptamiento de información implementados en CDs y DVDs, corporaciones informáticas están promoviendo la iniciativa conocida como Computación de confianza (Trusted computing), la cual, mediante dispositivos de hardware y de software, establece mecanismos de control y seguimiento en las maquinas de los usuarios. Presentada como herramienta para controlar virus y spam, evidentemente puede ser usada para monitorear las acciones de los usuarios, sus datos y sus interacciones en la red.


>>Instalar//Conclusión: Nuevos paradigmas en el horizonte
Las tecnologías p2p son un ejemplo de cómo un uso legitimo de la tecnología que potencia a los usuarios, es atacado por instancias de poder que buscan conservar su sitio de privilegio. Y aunque la preocupación por los derechos de autor es válida, lo que en verdad se esconde es la lucha por mantener un modelo de negocio en donde los intermediarios, no los autores, acaparan gran parte de las ganancias. Como paso intermedio se debe esperar a los grandes medios instaurando estrategias p2p comerciales en donde se debe pagar por los contenidos (Cringley_2003). Sin embargo los sistemas p2p deben ser protegidos de ataques que busquen rastrear sus usuarios en sus redes sociales (Kaye_2004) o de usuarios no cooperativos (denominados sanguijuelas o freeriders) que desequilibran la red al consumir recursos sin ofrecer nada a cambio. Nuevos protocolos como el cada vez más popular bittorrent van en esa dirección. De otro lado, las iniciativas como Trusted computing pueden conducir a la censura digital y a esquemas de computación policivos estilo 1984 (Stallman_2002).

Usuario/Productor, receptor/transmisor, navegador/editor, lector/escritor, la dualidad de roles planteada por la comunicación entre iguales puede transformar completamente la manera en que creamos, distribuimos y accedemos a la información, fomentando un flujo de información más igualitaria donde no estemos relegados al papel de meros consumidores. La aleatoriedad de las redes que aparecen y desaparecen a conveniencia, la distribución de recursos, además de brindar la posibilidad de que la información fluya libre sirve como plataforma para la creación de lazos cooperativos entre usuarios. Así, tal vez, el ciberespacio progresivamente se vaya acercando a ese deseo de un sitio igualitario. Ojala la realidad de este lado de la pantalla también.


>TXT: luscus9 (luscus9@yahoo.com)_at: alta-densidad.tk

>IMG: Cortesia EstrellitaNinya

//REFERENCIAS

*Ciberculturas 2.0, en la era de las maquinas inteligentes. Alejandro Piscitelli. Paidos Contextos, Buenos Aires, 2001.

*Code and other laws of cyberspace. Lawrence Lessig. Perseus, Nueva York, 1999.
*Next-Generation File Sharing with Social Networks. Robert Kaye. openp2p.com, 2004.
http://www.openp2p.com/pub/a/p2p/2004/03/05/file_share.html

*¿Puede confiar en su computador?. Richard Stallman. Free Software Foundation, 2002.
http://www.gnu.org/philosophy/can-you-trust.es.html

*Resistance is futile, Peer-to-peer file sharing and big media. Robert X. Cringley. Sarai Reader 03, Shaping technologies. Sarai media lab, Delhi, India. 2003.

*The Darknet & Trusted Computing. Rana Dasgupta. Sarai Reader 03, Shaping technologies. Sarai media lab, Delhi, India. 2003.

*The Darknet and the future of content distribution. Peter Biddle, Paul England, Marcus Peinado y Bryan Willman. ACM Workshop on Digital Rights Management.
http://crypto.stanford.edu/DRM2002/darknet5.doc

sábado, febrero 03, 2007

La bicicleta de Ockham (revisited)

Una pelicula inesperada en la cinemateca frustro mis planes de pedalear a casa bajo los ultimos rayos del sol. El contar con mi bicicleta en Bogotá me permitío por primera vez experimentar el dia de no carro fuera de Cali, en donde sólo se hizo una vez hace ya tanto tiempo. Las grises vias estaban saturadas de carros, como si una caterva de gasoline-junkies hubiese esperado impacientemente hasta las 7:00 PM para lanzarse desaforadamente al volante. Ejercicio en cualquier semaforo: 9 automoviles con sólo una persona a bordo. Que ineficiencia. El 42% de las vías es ocupado por un medio usado por menos del 20% de la población. Aquellos mismos que se quejan de los caniculares dias que hacen parecer la capital como Barranquilla al medio dia. ¿Que no ven la relación? Llego a casa con ganas de efectuar una entrada en este blog recordando un escrito elaborado para la ocasión en el 2002 (creo, a pesar de los rumores, mi memoria tambien falla :). No aparece en el disco duro y sólo ahora tras una incansable busqueda en pilas de papeles amarillos encuentro el borrador que transcribo. La candidez es penosa e inexcusable incluso en alguien tan propenso a las utopias como su servidor. Sin embargo no he modificado una palabra, porque aún el espíritu (no el estilo) capturado en el papel que ahora sostengo al lado de la pantalla, se acerca a mis afectos.



Es frecuente oir la frase "De todas las soluciones a un problema usualmente la más sencilla es la correcta" atribuida al filósofo británico Guillermo de Ockham (S. XIII) cuando llevados por la proverbial costumbre del hombre de complicar las cosas, perdemos la visión de conjunto en una situación determinada. Ahora, Ockham por caprichos del tiempo nunca tuvo el placer de descansar de sus meditaciones pedaleando por un camino medieval (vivió más de 500 años antes de que la palabra "pedalear" tuviese sentido), pero creo que permitiría tomar su inmortal sentencia y quizá interpretarla de manera relajada para ensalzar a ese pequeño prodigio de acero que es sin lugar a dudas la solución más sencilla a muchos problemas de la vida moderna: La bicicleta.

Todos los días trabajadores, estudiantes, deportistas y un segmento creciente en la comunidad en general demuestran que la bicicleta es una tentativa viable como medio de transporte. Eficiente, limpia, barata y hasta entretenida poco a poco deberá abandonar ese falso status de quimera romántica para tomar el lugar que su uso y conveniencia le confieren, convirtiendose en patrimonio de la comunidad.

Es curioso ver como nuestras urbes producen personas cansadas, gesticulando quejidos por el costo de la gasolina, el estrés del trancon, los malestares físicos producto del sedentarismo, la irascibilidad, el smog agobiante, etc. cuando lo único que se necesita es pensar con un poco de sentido común para percatarse del grán sofisma que reposa en aquello de que el automóvil es indispensable y concluir felizmente que el gimnasio, el médico y el carro ya están incluidas en nuestra multifacética amiga.

El dia del no carro se constituye entonces en el primer escenario verdadero en la ciudad en donde podremos comprobar todas estas virtudes y afirmar que en efecto, la bicicleta es de todas las soluciones disponibles, la más sencilla y en muchos casos la correcta. No es una arenga sin sentido en contra del automóvil ni un festín de útopicos ecologistas radicales, es una invitación a que por vez primera la ciudad sea mirada de manera distinta, vivida de manera distinta y no solamente contemplada desde un cristal encrustado en una mole de acero.

De este modo, la ciudad se transformaría en algo más amable, en donde seguramente si viviese el bueno de Ockham, sería posible observarlo pedaleando bajo las palmeras sacándole la lengua a los que complican lo que en esencia ya es y debe ser sencillo. ¿Se atrevería usted a pensar igual?

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Algunos enlaces:
World Carfree Network

Revista Carbusters

martes, enero 16, 2007

Mayoría de edad

Tomo café mientras contemplo el plateado ataúd del Abuelo y parte de la familia reunida. Esta prohibido tomarlo para mi edad pero la situación lo amerita.
_Era un rebelde tu abuelo- profiere un tío desconocido. Tiene aspecto de baja estofa, seguro obrero de la hiperautopista amazónica. Habla con el desdén propio de su casta.
_No molestes al muchacho- solloza la Abuela.
_Mañana cumple años, se hace hombre.
_¡Mas bien esclavo!- Insiste el tío maldito.
Ishdir, el hermano del Abuelo me mira con ternura ¿o lastima? hoy en día no hay diferencia.
_Pues a mi me parece que era un idiota- interrumpe Camik, jubilado, compañero del Abuelo.
_Eso de sentar principios muriendo de hambre es inaudito.
El abuelo había renunciado a las píldoras supresoras de hambre que da el gobierno a los ancianos. Con ellas limpiaban su conciencia tras los años
en que la congelación de pensiones multiplicó los viejos famélicos.
_El sólo quería comida de verdad... como yo- Confiesa musitando Ishdir.
_¡Si, pero su valentía ahora le costará a la familia una fortuna!- responde el tío, que ahora sé que se llama Triano.
La muerte del Abuelo es considerada suicidio y sólo el estado puede programar muertes. La familia será multada y señalada.

_Eso ya no importa, nos la arreglaremos- repone la abuela, resignada.
Alguien me pregunta algo sobre la ausencia de mis padres. Los excuso aduciendo la respuesta que ellos ya saben: no obtuvieron permiso de la Compañía.
Aprovecho un silencio y me pongo de pie. Contemplo al Abuelo tras la ventana del ataúd. Se ve cansado. Lo han maquillado exageradamente, como un payaso. No es de sorprender, el oficio funerario es casi inexistente hoy en día. Todos son longevos hasta que el gobierno lo considere necesario. Todos malviven. Se trabaja o se vegeta adicto a los supresores de hambre.
Triano se hace a mi lado. Me susurra:
_Mañana serás hombre y podré acostarme contigo. Te pagaré bien.
Cerdo, ¿Cómo diablos consiguió la licencia para venir? debió sobornar a alguien.
La abuela que algo ha visto interviene y me trae de regreso al sillón. Hielo en su mirada para Triano, hijo pérfido. Ojalá muera aplastado bajo un árbol en la hiperautopista.
Inmediatamente y tocando con la cuchara su tacita de porcelana, la única existente, la Abuela convoca la atención. Brindis con café.
_No más tristeza, mañana mi adorado Octic será mayor de edad.
No presto atención, contemplo con desprecio a Triano, quien está al otro lado de la sala.
_¡Levanten la taza!.
Todos obedecen con vasitos plásticos. Camik canta una melodía de cumpleaños antigua. Ishdir me sonríe. La Abuela me besa.
_¡Felicidades esclavo!– exclama Triano mientras se saborea lascivo.
Introduzco la mano en mi chaqueta y saco el tiquete de la cita. Es la 014567. Soy el #94449786C. Mañana soy hombre. Mañana, la computadora del Ministerio del Trabajo me asignará el oficio con el que mendigaré ante las Compañías la mayor parte de mi vida, antes de la edad dorada de las píldoras supresoras de hambre.

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Este cuento es gemelo de Antídoto, publicado en el fanzine Tecnonucleo, lanzado el 23 de Diciembre en Cali.

Texto Antidoto
+Info Tecnonucleo